El intento de Feijóo recibe el respaldo mayoritario del PP, pero preocupa la sobrexposición


En exactamente un mes Alberto Núñez Feijóo Subirá a la tribuna del Congreso de los Diputados como candidato a la presidencia del Gobierno en su sesión de investidura. Este intento es aceptado mayoritariamente en el partido como la mejor manera de defender el resultado electoral del 23 de julio.

Más de ocho millones de personas votaron al Partido Popular (PP), la cifra más alta desde la quiebra del sistema bipartidista. Y en total más de once millones votaron al PP, Vox, UPN o Coalición Canaria. Las dos ocasiones en las que los populares ganaron por mayoría absoluta (en 2000 con José María Aznar y en 2011 con Mariano Rajoy) no había tantos votos por detrás.

Después de una amarga victoria que conmocionó al partido, pero especialmente al núcleo dirigente del Génova, había dudas en el equipo más cercano al dirigente gallego sobre si debería acudir a una investidura que pocos dudan que fracasará. Pero pasaron algunas horas hasta que entendieron que era la mejor opción. En el conjunto del partido en toda España no hay unanimidad al respecto, pero creen que una retirada sin intentarlo “hubiera sido mucho peor”, en palabras de un barón autonómico.

Los resultados de la votación desde el exterior acabaron inclinando la balanza. Los populares creen que la suma que defiende Sánchez será más cara que nunca. Y que vale la pena seguir defendiendo que por delante hay una alternativa que ha conseguido un gran número de votos y que con 172 escaños está a sólo cuatro de la mayoría absoluta.

“La expectación nos ha destrozado, pero lo cierto es que en este escenario de fragmentación política hemos obtenido un gran resultado como partido”, defiende un miembro de la dirección nacional que reivindica el poder de Feijóo para intentarlo: “Tirar la toalla no es “Una opción. Si no quisieran que fuéramos a la investidura, habrían presentado una mayoría alternativa ya cerrada. Así es como funciona”.

La “mayoría ideológica”

Otro miembro de la dirección de Génova defiende que acudir a la investidura “era imperativo” porque “no hay mayoría ideológica contra nosotros”, sino “una comunión de intereses que penalice que Vox esté en nuestro bloque”. Esta persona defiende que eso “puede ser suficiente y legítimo para que nuestro intento no prospere, pero por supuesto nos reta si es posible con más fuerza a Nos presentamos porque el proyecto de todos ellos está definido sólo por dos cosas: los que quieren el debilitamiento del Estado y que el PP no gobierne».

Aunque en los días previos al mandato real hubo un dirigente autonómico y provincial que pidió “reflexionar” sobre la idea de acudir a la investidura, en otros gobiernos autonómicos se defendió el plan de Feijóo y que “sin duda” era conveniente asistir a la cita.

Lo que más dudas genera en el PP es que el intento tenga que ir acompañado de tanto tiempo. El PSOE ataca a Feijóo por el flanco de la imposibilidad de que sume más apoyos. Pero con la convicción de que puede desgastarse. Y lo cierto es que ese miedo es compartido por algunos cargos y dirigentes del PP.

La fecha de la toma de posesión fue un desconcierto para las filas conservadoras. Porque la idea de una investidura rápida se había alimentado desde la propia dirección. Al final de agosto. Y ese es el ánimo que defendieron los populares. Fue el coordinador general, Elías Bendodo, que a mediados de mes habló de una investidura lo más rápida posible. Y muchos se movieron en torno a esa idea. Por ello, cuando Feijóo rechazó la posibilidad de acudir a la investidura la próxima semana, la necesidad de evitar las tres primeras semanas de septiembre llevó a fijar el 26 de septiembre como primera fecha. Y eso sí genera más dudas en el partido: «¿Por qué hemos decidido darle más tiempo a Sánchez? “No lo veo”, se lamenta un dirigente provincial. “Me preocupa lo que vamos a hacer todo este mes”, admite un alcalde.

Un miembro de la propia dirección, tras la cascada de declaraciones del pasado jueves, algunas de ellas contradictorias sobre Junts, reconoce que conviene “bajar el nivel de presencia mediática”. Fuentes de Génova, conscientes de ello, transmiten que no piensan llenar el mes con apariciones continuas y que habrá un trabajo muy clandestino para preparar el proyecto que se llevará a la investidura e interactuar con todos los actores.

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