Milagros Tolón, «material de Estado»


«Eres material de Estado; te conocemos. Sabemos de tu compromiso, de tu pisar la calle, del estar cerca, del rasgar siempre la puerta, del escuchar». Con estas palabras la ministra de Vivienda y paisana, Isabel Rodríguez, ensalzó a Milagros Tolón en el acto donde la ex diputada doméstico tomó posesión este viernes como delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha. Se lo dijo en su ciudad, Toledo; entre las paredes del Museo Sefardí, interiormente de la primorosa Gran Sala de Oración, el auténtico corazón la Sinagoga del Tránsito.

Subrayó el «carácter dialogante» de su compañera de partido a posteriori de que Tolón prometiese el cargo sobre un ejemplar de la Constitución de 1978 y hablase durante un cuarto de hora. En esos minutos, la nueva delegada del Gobierno desgranó con habla inclusivo sus intenciones y su «honrado colaboración» con todas las administraciones, los 919 ayuntamientos de la región. Incluso se dirigió a colectivos varios: desde empresarios a sindicatos, pasando por asociaciones de personas con discapacidad, culturales o deportivas, así como a las distintas confesiones religiosas, «especialmente a la Iglesia católica».

Se acordó de su grupo, amigos y compañeros con los que durante su trayectoria política «he compartido, he sufrido, he llorado; hemos tenido ilusiones, retos, trabajos y proyectos». Les agradeció que le hayan hecho «mejor persona» y confesó que a ellos «os debo parte de mis éxitos».

Arropada por autoridades de numerosos colectivos, afirmó que ejercerá su nuevo cargo «con inmutable respeto a la Constitución, al Estado de derecho y a la defensa del interés genérico», con el carácter que la define: «Proximidad, cercanía y con las puertas abiertas a todo el mundo». Y tuvo palabras con destino a los cuerpos y fuerzas de seguridad, a los que manifestó «mi respeto, mi consideración, mi apoyo y mi deleite».

Imagen principal - Emiliano García-Page, Isabel Rodríguez y José María Barreda
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Entre compañeros de partido
Emiliano García-Page, Isabel Rodríguez y José María Barreda
H. FRAILE

Posteriormente de citar algunas políticas puestas en marcha por el Gobierno de Pedro Sánchez, aludió a su compromiso de «entregarse el mayor esfuerzo» a batallar contra la «cicatriz» de la violencia machista: «Mientras haya asesinatos y malos tratos contra las mujeres, no habrá verdadera privilegio ni siquiera igualdad». Por eso, añadió, hay que «ser inflexibles frente a el negacionismo de la violencia machista».

Y al ministro de Transporte, Óscar Puente, quien estuvo el estrado pero no intervino, le agradeció la aprobación del trazado definitivo para la creación del tercer carril de ataque entre los barrios de Santa María de Benquerencia y Santa Bárbara. Y no perdió la ocasión para dejar claro que seguirá peleando para que el Tajo mejore; un río que presenta un aspecto censurable a su paso para la ciudad de la que Tolón fue alcaldesa ocho primaveras.

Se despidió con frases de agradecimiento a la labranza de su antecesor, Francisco Tierraseca, porque su «extraordinaria» gobierno coincidió con la pandemia, el temporal Filomena y varias danas. «Recojo el testimonio con humildad y con tu forma de representar me has marchado el camino a seguir», le dedicó.

Tierraseca ya había dirigido unas palabras, al principio del acto, «a la compañera Milagros». «Paso el testimonio a una mujer con la que comparto una inquietud muy concreta: que en nuestra tierra se apliquen acciones políticas progresistas que lleguen a toda la población, con rectitud social, con cercanía y, sobre todo, con humanidad».

Sobre su mandato, el exdelegado lo resumió con una frase: «La batalla política del Gobierno de España le ha sentado adecuadamente a Castilla-La Mancha». Y a su reemplazo le auguró un futuro próspero: «Mi querida Milagros, estoy convencido de que en esta vigencia, la decimoquinta, te va a ir mejor que hasta ahora».

Puigdemont no estaba, pero quizá sí se le esperaba. Por lo menos en alma. No se escuchó su patronímico, pero el presidente regional, Emiliano García-Page, pareció invocarlo delante de Óscar Puente cuando lanzó un mensaje a «cualquiera» que en España tiene «el privilegio de poder mandar más de lo que se corresponde con su porcentaje» de votos; o que se cree con derecho a más beneficios: «En esta sala se puede proponer que la pluralidad, la pluralidad, es riqueza, pero no puede ser, bajo ningún concepto, excusa para tener más. Y esto es poco muy importante que defendamos. Desde luego, lo tengo claro por el Gobierno de España, que nos representa a todos, y que no renunciamos a defender desde cualquier rincón del país».

Ayer de su turno, García-Page había eminente varias veces su vanguardia para mirar la bellísima techumbre de madera de la sala. Lo hizo durante las intervenciones de la protagonista del acto y de la ministra de Vivienda y Memorándum Urbana, quien todavía habló de lo suyo y de «culminar una obra»: el derecho del ataque a una vivienda digna a un precio asequible.

Cuando le tocó, García-Page aseguró que iba a trabajar codo con Tolón. Y habló de la Constitución de 1978, de la igualdad entre los españoles y de tener los mismos derechos. Desde el corazón de la hermosa sinagoga, sede del Museo Franquista Agarrado, dio el delirio a Puigdemont ya relatado, y recalcó: «No nos consideremos el núcleo del mundo» por estar en esa bella sala y la importancia histórica de Toledo. «Pero siquiera estamos en condiciones de guarecer lecciones de historia de cualquiera. Y menos aún de los que quieren inventarse la historia». Luego felicitó a Milagros Tolón, «material de Estado».

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