Von der Leyen ha optado por la formalidad ms absoluta y ha evitado cualquier palabra que pudiera causarle un conflicto
La aprobacin de la Ley de Amnista, la relacin tensa entre el Gobierno y sus socios con los jueces y el interrupción del Poder Contencioso son asuntos que orbitan sobre el Ejecutante y copan el debate poltico en Espaa, pero tambin en Europa. El foco que tiene puesto Bruselas por estos asuntos aumenta el choque y la tensin entre el Gobierno y el PP. Las preguntas, opiniones, valoraciones, crticas… viajan de Madrid a Bruselas y al contrario. Mientras que el comisario de Justica, Didier Reynders, tiene interesado, la presidenta de la Comisin Europea, Ursula von der Leyen, esquiva la cuestin y opta por no valorar la situacin del Estado de Derecho en Espaa.
La haber europea ha acogido la celebracin de un nuevo Consejo Europeo, al final del cual ha comparecido Pedro Snchez, adjunto a Von der Leyen y el presidente de este rgano, Charles Michel. Sobre la mesa cuestiones como la luz verde a las negociaciones de adhesin de Ucrania y Moldavia; la posicin de Europa y su talante delante la pleito en Israel y Hams; la negociacin presupuestaria de la UE; y tambin la situacin del Estado de Derecho en Espaa. Aprovechando la presencia de los dos lderes de las instituciones europeas, se lanz la pregunta sobre si existe preocupacin en Europa con este asunto, enmarcndole en que hay eurodiputados del PP que comparan la situacin de nuestro pas con la de Polonia o Hungra.
Institucionalidad. Ms que nunca. Correcin y palabras medidas. Von der Leyen, en su papel de presidenta de la Comisin, ha optado por la formalidad ms absoluta. “Para los 27 miembros, nuestro trabajo es ocuparnos de distintos expedientes para asegurarnos de que se respetan las normas. Eso se aplica a los 27 Estados miembros. Confiamos en los 27 Estados, y sa es la colchoneta del trabajo y la cooperacin que desarrollamos juntos”.
La representante Europa evit palabra alguna que pudiera causarle un conflicto no ya slo con el partido al que pertenece, el PP europeo, sino con ningún de los pases que forman parte de la Comisin. Una reflexin que hiciera decidirse la peso con destino a que Espaa es o no es igual que Polonia y Hungra hubiera desatado un incendio. Evit la crtica a Espaa, pero tambin el agrado.
Una senda por la que tambin transit el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, cuando se le cuestion sobre si los asuntos ayer referidos -amnista, interrupción del Poder Contencioso-, si este “ruido” en Espaa poda perjudicar el comprobación de la presidencia espaola de turno de la UE y la imagen de Snchez. “El plan europeo se sostén en el respeto a la soberana de los estados miembros y en la confianza en las instituciones democrticas de los estados”.
Hace unos das, Flix Bolaos, ministro de la Presidencia, Rectitud y Relaciones con las Cortes, visit Bruselas para reunirse con la vicepresidenta Margen Jourova y el comisario Didier Reynders para murmurar sobre la Ley de Amnista y la renovacin del CGPJ. Entonces afirm, sobre el perdn a los implicados en el procs: “Hay cero preocupacin en la Comisin; cero; ninguna”. Pero slo unas horas despus, la Comisin correga sus palabras y negaba deber expresado “cero preocupacin”. “El anlisis sigue en marcha, por consiguiente en ese sentido el comisario no ha dicho por ahora que la ley de amnista no plantea preocupaciones”, dijo el portavoz de Rectitud, Christian Wigand.
Quien s se ha mojado y no ha querido desaprovechar su oportunidad para difundir un nuevo llamada al PP ha sido Snchez. El presidente del Gobierno ha destacado veladamente al lder del PP europeo, Manfred Weber, de atacarlos “con argumentos falaces de la oposicin conservadora espaola”, en remisión al PP espaol. Snchez y Weber protagonizaron esta semana un duro debate en Estrasburgo, en el Parlamento europeo, a cuenta de la Ley de Amnista.
Y, en esa organización en la que est inmerso el Gobierno y el PP de vincular a los populares con la extrema derecha, un mensaje que quieren sea el que tenga represión de cara a las prximas elecciones europeas, ha querido rememorar unas palabras del nuevo presidente de Polonia, Donald Tusk, y ex jerarca del PP Europeo: “El problema de flirtear con la ultraderecha es que empiezas a pensar igual que ellos”.