El estafador que ejecutó a su hijo hace 20 años, entre los fugitivos más buscados


Han pasado 20 primaveras del crimen y 16 desde la fuga de Ramón de la Cámara, pero no fue hasta este diciembre cuando Europol lo incluyó en su nómina de los más buscados. La amanecer del 28 de mayo de 2003, el individuo, de 51 primaveras, alertó a la Policía. Algún, según su relato, lo había llamado para decirle: «Si quieres ver a David, vete al Gotik». Se referían a su hijo, y a la discoteca que éste regentaba en la Zona Hermética de Sabadell (Barcelona). Cuando una patrulla llegó hasta el tópico, el progenitor dijo no tener las llaves. La cerradura estaba bloqueada con lo que parecía silicona. Cuando consiguieron entrar, los agentes localizaron el occiso de David, de 29 primaveras, detrás de la mostrador. Tenía un disparo en la nunca, con orificio de salida en la frente. «Como un tiro de amnistía», recuerda ahora el comisario principal –entonces inspector– Manuel Quiroga.

Yuxtapuesto a su compañero Alberto Larripa, finalizada ya la inspección óptico, preguntaron a Ramón qué podía acontecer ocurrido. En teoría pocas personas podía acontecer más fiables que el padre de la víctima, que comenzó a hablarles de la mala vida y las malas compañías del pipiolo. Poco en su porte chirrió a los investigadores. Una de esas sensaciones que no se pueden explicar, pero que entreambos, tras primaveras en el Corro de Homicidios, compartían. Éste incluso les habló de ciertas cantidades de droga que David guardaba en el coche y que podrían acontecer desencadenado el crimen.


Ramón de la Cámara, entre los fugitivos más buscados


EUROPOL

La mañana ulterior, Ramón ya estaba bajo vigilancia policial. Los agentes lo citaron a determinar a primera hora, pero él dijo que estaba en shock y necesitaba descansar, así que pospusieron la cita hasta el mediodía. A primera hora, cuando en teoría descansaba, fue hasta un centro comercial, donde compró una polímero SIM. Al datar a dependencias de la Policía Franquista, los investigadores, que sabían ya dónde había estado, le preguntaron –sin hacer narración a la adquisición– qué había hecho. Él aseguró no acontecer desencajado de casa. Las sospechas de los investigadores aumentaron. Tuviese o no que ver con el crimen, les estaba mintiendo. Dio encima una segunda interpretación sobre el posible móvil del crimen: apuntó a una deuda en la compraventa del coche de su hijo. Tras hacer las comprobaciones necesarias, la Policía descartó esa ruta de investigación. En paralelo, descubrieron que la citación que Ramón dijo acontecer recibido el día del crimen se realizó desde la cabina de una barrio de la ciudad, Can Puiggener.

Por la inicio del progenitor pasó entonces deslizar otra interpretación a los agentes. Les habló así de unas supuestas fiestas que David organizaba en Gotik para famosos y futbolistas. Llegó a darles algún nombre, pero fue otra vía muerta. «Mentira, tras mentira», recuerda ahora Quiroga, que rememora la capacidad de improvisación que tenía Ramón para ofrecer teorías a los investigadores. Una capacidad que había adquirido en sus primaveras de estafador. De hecho, había sido detenido por este delito en 1988, e incluso había pasado una temporada en Brasil, para eludir la entusiasmo de la neutralidad.

Descartada este nueva ruta, Ramón aseguró que ahora diría la verdad. Que no lo había hecho ayer por miedo. Explicó así que David tenía una deuda relacionada con el tráfico de drogas con dos individuos peligrosos, y que asimismo podría tener que ver con la saldo del tópico. Esa fue su interpretación definitiva, así que el Corro de Homicidios siguió la pista de los dos señalados. El primero, Enrique, ‘Kiki’, que acumulaba ya ocho detenciones. Varias por tráfico de estupefacientes. El segundo era uno de sus socios: Juan Marcos, que atesoraba otras tres. Y fue así como entró en imagen una pistola: posible arsenal del crimen, que nunca se localizó. Un testificador apuntó a los policías que, semanas ayer de la ejecución de David, ‘Kiki’ había acudido al Gotik para enseñarle una pistola a Ramón. Arsenal que probaron en el tópico, ya que los investigadores localizaron dos impactos.

La Policía había intervenido ya los dos teléfonos a De la Cámara. Tanto el habitual, donde dijo acontecer recibido la citación de alerta, como el nuevo, el que no había mencionado a los agentes. Le pidieron que estuviese localizable pero, de repente, le perdieron la pista. Dejó su casa en Sabadell, adyacente a su pareja, Alberto, de 18 primaveras. Su móvil ‘oficial’ dejó de estar operante pero, gracias al de nueva adquisición, pudieron localizarlo en la Costa Brava (Gerona). Fue así, en presencia de la suma de indicios, como los agentes decidieron detenerlo, un mes y medio luego del crimen.

Hubo dos testigos secreto: los que sitúan a Ramón en en circunstancia y la hora del crimen, según determinó la necroscopía: el mediodía de aquel 28 de mayo

Hubo dos testigos secreto para ello: los que sitúan a Ramón en en circunstancia y la hora del crimen, según determinó la necroscopía: el mediodía de aquel 28 de mayo. El primero, una persona que vio como salió del Gotik, bajando la persiana tras él, luego de acontecer entrado adyacente a su hijo. El segundo: el taxista que allí lo recogió. La hipótesis de los investigadores es que, tras una discusión por la saldo del tópico, lo mató. De la Cámara se lo habría vendido a ‘Kiki’ sin permiso de David, que era el propietario y se negaba. Pero el padre tenía que saldar deudas de sus estafas varias, y se veía pobre. El hijo se había enterado de la cesión días a espaldas, cuando fue al tópico acompañado por su novia y se encontró a ‘Kiki’ en su interior, celebrando una fiesta con unos amigos. Fue este extremo quien le contó que su progenitor se lo había vendido, y fue así como se generó un enfrentamiento entre entreambos.

La confesión

Un molinete inesperado confirmó la billete de Ramón. Su sobrino, de igual nombre que la víctima, David, confesó a la Policía que había sido él quien realizó la citación la amanecer del crimen, a instancias de su tío. Le hizo ir hasta una cabina y llamarlo. Además, aquella misma confusión, lo acompañó hasta su tierra, de donde recogió una bolsa con varios objetos de los que deshacerse en un vertedero alejado. Creen los investigadores que fue así como se deshizo del arsenal, y asimismo de la droga que guardaba. Durante el registro en casa del sospechoso, una de las agentes localizó en el saquillo de una chaqueta un cartucho de bala que concordaba con la que habían matado a David: una 9mm. «Ramón siempre lo negó», apunta el comisario Quiroga.

Los indicios contra él eran contundentes y el togado ordenó su ingreso en prisión, a la demora de querella. Pasados dos primaveras, el instructor decretó la prórroga, pero por una imprecisión en el automóvil, que recurrió su abogado, Javier Rodrigálvarez, quedó en sencillez. Tras varios meses acudiendo al auditoría a firmar, en septiembre de 2007 se le perdió la pista. Ahora, 16 primaveras luego, está entre los más buscados de Europol.

28 de mayo de 2003

Homicidio de David

La Policía encuentra el occiso de un pipiolo de 29 primaveras con un tiro en la inicio. Su padre explica a los agentes que tenía malas compañías y mala vida, pero poco no cuadra.

15 de julio de 2003

Detención

Las pruebas llevan a los investigadores a detener al progenitor como autor del crimen. Él lo niega, pero el togado decreta su ingreso en prisión, donde permanece dos primaveras.

Septiembre de 2007

Fuga

Tras salir en sencillez provisional y venir durante meses a firmar en presencia de el auditoría –medida cautelar impuesta–, De la Cámara desapareció. Tiempo luego se emitió la orden de rebusca y captura, aún actual.

Diciembre de 2023

Alerta de Europol

Dos décadas luego del crimen, y 16 primaveras luego de que Ramón desapareciese, Europol lo incluyó en su nómina de fugitivos. La alerta apunta que se alcahuetería de un peligroso delincuente, que mató a su hijo de un disparo en la inicio, en el tópico que regentaba en Sabadell.

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