El pasado sábado 9 de diciembre, el tornado afectó a miles de personas, entre ellas a tribu Moore, destrozando por completo su hogar y todas sus pertenencias. Sin bloqueo, esto no fue lo peor, ya que Lord, un bebé de cuatro meses, fue deslizado por los fuertes vientos.
La tribu compuesta por Sydney Moore, Aramis Youngblood y sus dos hijos Princeton y Lord, de un año y cuatro meses, respectivamente, estaban en su hogar, una caravana, cuando el tornado se desató.
Los padres intentaron hacer todo lo posible para amparar la vida de sus pequeños. Mientras que Sydney se tumbó encima de Priceton para evitar que el rumbo se lo llevase, Aramis trató infructuosamente de agarrar a Lord, que fue arrancado de su capacho por los fuertes vientos.
“Mi marido se agarró del moisés, pero la fuerza del tornado era tan extenso que dieron varias vueltas en el meteorismo antaño de salir despedidos de la casa”, explicó Sydney Moore en declaraciones recogidas por TN.
Encuentran al bebé
Sydney, Priceton y Aramis, que tenía una fractura de protector y de hombro, trataron de encontrar al bebé.
“Estaba segura de que estaba muerto y de que no íbamos a encontrarlo”, expresó Sydney.
Sin bloqueo, como por arte de encantamiento, Lord apareció perfectamente colocado en un árbol, sufriendo nada más algunos cortes superficiales.
“Nos han dicho que parecía como si le hubieran colocado en el árbol con delicadeza. Como si un donaire le hubiera guiado hasta allí“, escribió Caitlyn Moore, tía materna del bebé.
Campaña de financiación
Caitlyn Moore ha creado una campaña para conseguir la financiación necesaria para reparar todos los daños que ha sufrido la tribu.
“Soy Caitlyn Moore, y estoy recaudando billete para mi hermana, sobrinos, y su prometido. El nuevo tornado en Clarksville, el 9 de diciembre es lo que se llevó todo de su tribu”, ha escrito en la página de Gofundme titulada ‘Ayuda para recobrar su vida tras el tornado‘.
Siguiendo la información proporcionada por Caitlyn, la tribu vivía en un parque de autocaravanas en Clarksville, zona en la que se produjeron la mayoría de los daños.
A posteriori de perder su hogar y su coche, del que no tienen seguro, se han quedado sin nadie, perdiendo igualmente provisiones como nata en polvo, pañales, ropa o toallitas.
Con los fondos recaudados, a Sydney y a su tribu les gustaría comprar una casa, como podéis imaginar esto ha sido extremadamente traumatizante para todos los implicados por lo que no se sienten cómodos viviendo en un remolque de nuevo”, ha explicado Caitlyn.