Tensión e incertidumbre
Todo ocurría a la salida del acto político, parte de la campaña de Biden-Harris 2024, para las elecciones del año próximo. Mientras Joe Biden y su mujer, Jill Biden, abandonaban el evento, preciso luego de que la primera dama se introdujera en el coche presidencial y Joe Biden se encaminaba cerca de él, un turismo, de la marca Ford y de color tostado, impactaba contra uno de los vehículos SUV que componían la comitiva que protegía al patrón de Estado norteamericano, generando unos momentos de mucha tensión e incertidumbre.
Biden, evacuado
Inmediatamente luego de que ocurriera la colisión, en torno a las 8 de la tarde, el Servicio Secreto de Estados Unidos, encargado de la seguridad del presidente estadounidense, procedía a excretar al mandatario y a la primera dama por temor a que pudiera tratarse de un ataque terrorista. Por otra parte el dispositivo policial desplegado por el evento, procedía a rodear con presteza el coche implicado y encañonaban con sus armas al conductor del mismo mientras se aclaraban los hechos. El individuo respondía y obedecía a las órdenes de las autoridades al mismo tiempo que la prensa que cubría el acto era alejada del lado del incidente.
Aunque los hechos continúan bajo investigación, finalmente todo parecía concluir en un susto y el episodio se trataría de un suerte de tráfico fortuito y no intencionado en el que el que el presidente, Joe Biden, ni la primera dama habrían resultado heridos; siquiera el conductor del coche accidentado.
Nuevo incidente de los Biden
Este sobresalto no ha sido el único que ha sufrido en las últimas semanas la clan Biden. El pasado 12 de noviembre, en Washington D.C., agentes del Servicio Secreto de EEUU abrieron fuego contra tres individuos que accedieron a un transporte oficial. Este otro incidente, que siquiera causó ningún herido, involucraba a la nieta del presidente norteamericano, Naomi Biden, a quien protegían los agentes involucrados.