Nuestra primera parada nos lleva hasta A Coruña. Allí, por otra parte de las luces y el atavío de las principales calles de la ciudad, o el poblado navideño de la Plaza de María Pita, hay dos actividades que no te puedes perder. La primera es la exposición de Helmut Newton, uno de los fotógrafos de moda más reconocidos del siglo pasado. La muestra fue inaugurada por Marta Ortega y llenó la ciudad de personajes ilustres que rellenaron páginas de revistas de moda durante semanas. Se puede inspeccionar hasta mayo pero durante la Navidad es aún mejor, porque está acompañada de una iluminación que, seguro, no olvidarás.
El segundo plan coruñés pasa, no podía ser de otro modo, por su buque insignia: Inditex. Estas fiestas en la macro tienda de la calle Compostela se viven en todo su esplendor. Un pop-up navideño te sumerge de saciado en un universo navideño que solo se puede encontrar en otra ciudad europea, en París. Eso sí, paciencia para quienes lo visiten, las colas suelen dibujarse largas, aunque se puede entretener la dilación con un buen chocolate caliente.
Nos vamos a la hacienda gallega. En Santiago destacan las actividades navideñas, para los más pequeños, en la Cidade da Civilización. Hay que consultar horarios porque el amplio pericón de talleres y exposiciones que ofrecen no nos permite plasmar todos los detalles aquí. Tras ello, hay invitado obligada a la pista de patinaje sobre hielo. Es ecológica porque utiliza un material sintético, sin agua, ni electricidad. Y terminamos nuestra invitado a Compostela en el mercadillo navideño. Más de una decena de puestos en los que se pueden mercar productos de hermoseamiento navideña, todo tipo de artesanía de Galicia, juguetes y, por supuesto, chocolate caliente y churros para resistir mejor las bajas temperaturas.
Un plan de relax
Y si lo nuestro no son las grandes aglomeraciones, os proponemos un plan de relax. Ourense es conocido por su turismo termal y, en Navidad, esta respiro se presenta todavía más atractiva. Las termas de Outariz, por ejemplo, están al ámbito de todos. ¿Imaginas encontrarte con un exógeno a -1 escalón y el agua a entre 30 y 40 grados? ¡Es posible en Ourense!
Os recomendamos, además, los paseos en catamarán por los cañones del Sil, las visitas a las bodegas de la Ribeira Sacra y, si aún quedan más ganas de Navidad, los belenes de Valga y Ferrol. Adicionalmente y pese a todo, si lo nuestro es el bullicio, de nuevo, siempre nos quedará Vigo.