Las predicciones para este año 2023 eran tremendas porque los expertos pensaban que la inflación iba a afectar «muchísimo» al consumo, «pero se sigue gastando fuera de toda norma inflacionaria», sostiene el profesor del IESE José Luis Nuevo, que ha estudiado 199 millones de actos de compra de 257.000 españoles durante los últimos 16 meses. «Pensábamos que habría una caída de volúmenes extraordinaria y que entraríamos en una posible recesión, pero todavía no ha llegado», reconoce el autor. El trabajo ha sido editado en forma de texto por Aecoc Empresas con el título «Todo es terrible, pero yo estoy aceptablemente». La principal conclusión es que para hacer frente al coste de la vida, el consumidor posterior a la pandemia en nuestro país, aún instalado en el ‘carpe diem’, recorta en lo que puede para seguir gastando en lo que quiere.
Frente a unos gastos no discrecionales o fijos abrumadores por su ascenso inflacionaria, que ha pillado hasta un 66% de incrementos acumulados en energía, comida, vivienda, telefonía, impuestos etcétera, los españoles se han gastado abocados a ceñir gastos grandes en vehículos, muebles y electrodomésticos, pero se premian con consumos discrecionales menores en bares y restaurantes o en pequeños viajes. Todavía han regresado con fuerza pequeños gastos que fueron recortados durante la pandemia, como los gimnasios y la comida fuera de casa.
Lo terrible para Nueno es la descuido de consumidores de recambio, la pérdida de clase media y la desaparición de proyectos vitales entre los más jóvenes, cuyos salarios no les permiten encarar proyectos de dilatado plazo, como formar una grupo o independizarse y por eso destinan sus escuálidos ingresos en gastos discrecionales, las cosas que a todos nos gusta desgastar, un aspecto que el avezado asegura que explica en buena medida el mantenimiento del consumo flagrante. Todos estos aspectos, a sumario de Nuevo, «son graves problemas para los gobiernos y las empresas», y alerta que «si no se ponen medidas pronto no podremos seguir diciendo ‘pero yo estoy aceptablemente’». No obstante, reconoce que para muchos españoles el incremento de los gastos fijos suponen el cien por cien «y para algunos más del cien, aunque para otros solo alcanzan el 40%». Pero todos tienen en global que los gastos no discrecionales son mucho mayores de lo que eran.
Sobre el comportamiento de los jóvenes, Nueno señala que durante 2022 y además este año han dedicado sus ingresos por trabajo a consumo en ropa, pero además en viajes, bares y restaurantes, «porque ellos no tienen que avalar los recibos de servicios porque, la mayoría, vive con sus padres». Mención destacada para algunas plataformas de distribución ocasión como Bershka, Primark y la china Shein, aunque además para Zara en último medida. «Pero no todos los primaveras habrá un IPhon 15 que ha sido la sino del pasado black friday», señala el profesor, quien advierte que «estos jóvenes no son el recambio de la clase media española, aunque representan una buena notificación para el consumo a corto plazo, pero no tienen reemplazo».
Con estos datos contrastados en la mano, el profesor del IESE pronostica que en 2024 el entorno seguirá inflacionista «pero no vendrá la deflación», de modo que la tendencia de consumo flagrante se mantendrá. No obstante, prevé un super ciclo de diez primaveras «que está conectado con el cambio de ejemplo, que es la transición ecológica cuyos costes son caros« y que habrá que añadir a la inflación »y al compra por el envejecimiento de la población, que no es gratuitamente«. Para el sector de la comida, el avezado considera que »luego de diez primaveras invirtiendo en las grandes plataformas y en la nueva caudal, se ha olvidado por completo la ascendencia, agricultura y minería, con lo que se produjo un shock al reventar la pandemia los cuellos de botella de las cadenas logísticas, con las consiguientes subidas de precios«.
Encima de la demografía y del super ciclo, Nueno indica al sector agroalimentario que tiene que ir en torno a modelos productivos y envases con una decano circularidad, adicionalmente de alcanzar a energía limpia, «y eso cuesta mucho moneda y será difícil no trasladar los incrementos de costes al consumidor si no se manejo de marcas fuertes». De ahí que «el tema será si el consumidor está en disposición de perseverar la resiliencia y si puede estirar dos o tres primaveras más esta situación complicada». afirma el profesor.
Los sectores que peor empezarán 2024 serán, a sumario del avezado, la moda, «porque este otoño ha sido cenizo en prominencia tras las elevadas subidas experimentadas, cuando el poliéster y el algodón ha bajado los costes pero no los precios de la ropa«, señala. En el reporte del black friday »se han vendido aceptablemente los aparatos electrónicos, como el IPhone nuevo, además cosmética, perfumería y videojuegos en una anticipación de Reyes«. En materia de demografía, Nuevo señala la afectación psicológica del consumidor con la figura del ermitaño, «que se justificó durante la pandemia pero que en EEUU provoca caídas del 42% en la comida rápida porque se han vuelto más antisociales, como además ocurre en Reino Unido o en Japón, que ha caído un 50% el consumo en bares y restaurantes y suben de modo proporcional las ventas de las industrias de quedarse en casa».
En España ocurre lo contrario, «gracias a la favor del turismo», como se pudo comprobar durante el puente de la Constitución y la Purísima. Esta tendencia ocurre porque hay más población empleada, con lo que el consumo se realiza de forma más segura: «me lo compra porque tengo estabilidad», razona Nueno. De ahí que señale que a los gobernantes «debería obsesionarles la creación de empleo porque sus pertenencias son muy tónicos, hace a la clan más oportuno y da pie al consumo«.
En cuanto a la denominada «gran dimisión», el profesor afirma que no se ha producido, porque hay hoy en día más población trabajando «y están encantados; otra cosa es que quieren que les paguen mejor, de ahí que el teletrabajo supla que se quieran ir». Siquiera va mal el sector del pompa y el profesor señala el «trending topic» de las inyecciones para adelgazar, porque la población tiene sobrepeso. Y en cuanto a la inteligencia fabricado, Nuevo señala que «si es igual que las criptomonedas y el metaverso, podemos estar tranquilos», aunque recomienda instruirse su manejo para «reservar trabajo y poder arrasar».