Los secuestradores se lo llevaron a él y a la amiga a una casa donde le amenazaron con un armamento, le pidieron la contraseña del móvil y le forzaron a transferir monises.”Yo no estaba preocupado por el monises, sino por mi vida y la de mi amiga. Les dije que solo quería que me soltaran. No es acomodaticio tener una pistola apuntándote a la cabecera todo el rato”, contó emocionado. Los secuestradores, dijo el exjugador, le obligaron a tallar un vídeo que luego circuló en redes sociales en el que decía que en el concierto había tenido un “lío”
con la amiga y que había sido secuestrado por el marido de esta, disgustado por la infidelidad. Carioca aclaró en la rueda de prensa que no tiene ningún tipo de relación sentimental con su amiga, mientras que la Policía señaló que este tipo de vídeos son “comunes” para despistar a los investigadores.
Posteriormente de tomar una denuncia anónima que apuntaba a una casa donde supuestamente estaban los secuestrados, los agentes acudieron al extensión y vieron a dos mujeres “nerviosas”, tras lo cual siguieron delante hasta dar con Carioca y su amiga. Como futbolista, Marcelinho Carioca debutó en 1988 con el Flamengo, recaló posteriormente en el Corinthians y en 1997 tuvo un paso fugaz por el Valencia. Mediapunta admisiblemente dotado técnicamente, fue un excelente arrojador de faltas, motivo por el cual recibió el apodo de ‘Pie de Aquel’. Llegó a disputar cuatro partidos oficiales con la selección de Brasil en los que anotó dos goles.