Blanca Navidad, pero, en todo caso, por las heladas. Así apuntan las previsiones meteorológicas que serán los días festivos en torno al 24 y 25 de diciembre en Castilla y Valeroso, donde, por el momento habrá que mirar a las cumbres más altas y aguardar para que la cocaína se extienda por la Comunidad. Y es que el pronóstico de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de cara a los próximos días apunta a que lo que abundarán son las heladas.
Desde este jueves, día 21, cabal ayer de que entre el invierno a las 4.47 horas del 22, se paciencia que la arribada de un anticiclón despeje en normal los cielos de la Comunidad. Así predominarán las estampas con pocas nubes, excepto en el extremo noreste, donde sí persiste la probabilidad de precipitaciones débiles, según ha escrito este martes el delegado de la Aemet Castilla y Valeroso, Manuel Mora.
Eso sí, que los cielos estén en normal despejados no evitará que las nieblas de los últimos días sigan presentes. De hecho, el pronóstico apunta a que se formarán en la meseta y zonas bajas, en ocasiones persistentes, y acompañadas de heladas generalizadas.
Una situación que «lo más probable» es que se extienda hasta mediados de la próxima semana. Entrado oficialmente el invierno, las temperaturas serán las «normales» para esta época, con pérdida probabilidad de precipitaciones y sí incorporación de nieblas y brumas en la meseta y zonas bajas.
Ya de cara al 27 y con la olfato en Nochevieja y Año Nuevo, el anticiclón se marchará dando paso a borrascas y frentes atlánticos, con lo que aumentará la probabilidad de precipitaciones, según las previsiones de la Aemet.
Y pronostica un invierno «cálido y húmedo» a posteriori de cerrar el segundo otoño todavía más cálido -la temperatura media mensual fue de 13,8 grados- y el tercero en el que más se ha mojado el suelo desde 1961, con una precipitación media de 293 litros por metropolitano cuadrado.