La “súper alcaldesa” que abre, telefonea y hasta pasa la escoba de su ayuntamiento


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Asumió el cargo en 2021 durante el confinamiento “por responsabilidad”, a pesar de ser la cuarta en la serie del PSOE: «Hay que hacer lo que hay que hacer»

María Díaz Fidalgo, alcaldesa de Yernes y Tameza
María Díaz Fidalgo, alcaldesa de Yernes y TamezaE.M
“Hay que estar a las duras y a las maduras. Cuando desatiendo la secretaria, abro yo el Cabildo y cojo el teléfono y cuando desatiendo la limpiadora, granito. No pasa ausencia. Hay que hacer lo que hay que hacer”. Lo dice tajante María Díaz Fidalgo, la alcaldesa de Yernes y Tameza, el concejo con menos población de Asturias: 138 censados y casi nada 50 vecinos. Lo dice porque estos días María se ha quedado sola en el consistorio. Casi nada hay ocho trabajadores. Cinco son operarios de un plan de empleo, la secretaria-interventora está de reposo, igual que la limpiadora y, la auxiliar, de mengua.

Y a ello se suma que otro puesto de auxiliar burócrata se ha quedado desierto. Y eso que, asegura María, “es un horario de ocho a tres y el sueldo no está mal”. Adicionalmente, ella misma se ofreció a ayudar a averiguar una vivienda de inquilinato en la zona, situada a unos 50 minutos de la hacienda, Oviedo, para aquel que estuviera interesado. Pero ni así. El problema es que es un entendimiento en prácticas de 12 meses para menores de 30 primaveras y, reconoce la regidora, que todos los que se han interesado eran mayores, incluso alguno con el doble de época. Por ello cuenta los días para poder sacar unas nuevas bases que hagan más atractivo el puesto.

Así que esta semana la encontramos sentada en la mesa de la auxiliar de mengua ausencia más entrar al Cabildo. María se lo toma todo con muchas ganas. Igual abre el consistorio a las ocho de la mañana que atiende las llamadas y gestiones de los vecinos, tramita permisos de incendio o incluso lleva en su coche a alguno de los operarios a acoger basura por uno de los cinco pueblos del Concejo.

Y todo con buen humor y mucho humor, el mismo con que cogió las riendas del consistorio en 2021. Entonces por casualidad. Había ido en el cuarto puesto de la serie del PSOE pero, en pleno confinamiento, al entonces corregidor le pillaron en coche sin poder testimoniar ese delirio y dimitió. Ni el segundo ni el tercero en la serie aceptaron. Ella no se lo pensó «por responsabilidad» asegura. Era su primer contacto con la política. Hasta entonces había sido ama de casa y se había dedicado al cuidado de su clan. Pero el provocación le llegaba a los 67 primaveras. Y no lo debió hacer mal, porque en las últimas elecciones de mayo, ganó por mayoría.

Y todo ello lo ha hecho María hasta este verano graciosamente. En julio, por fin, el pleno municipal aprobó su sueldo, de 500 euros al mes. «Y menos mal», asegura María, porque «aunque no es mucho, con ello por lo menos compenso el pago del coche, sobre todo de ruedas, porque aquí hay mucho camino». Porque ni la gasolina se le paga, como ella misma reconoce, ileso que se desplace a la hacienda, a Oviedo, a alguna mandato con el Principado.

Sabe acertadamente que en un concejo pequeño hay muchos problemas y hay que estar a todo. No hay mucho billete, su presupuesto anual ronda los 200.000 euros. Entre sus reivindicaciones está conseguir que al menos una vez cada quince días vaya un médico y una enfermera, ya que ahora lo hacen cada mes y, en verano, ni eso.

Y de todo lo que pasa en Yernes y Tameza se enteran todos, porque desde el principio María, con ayuda de su hijo, se hizo una cuenta de Twitter y Facebook. Así por ejemplo les decía a los ciclistas que cuando “necesitéis en #Yernes satisfacer los bidones dejé la manguera en la portilla. Ya estuve llenando varios e igual luego no ando por aquí”. O “Este fin de semana dan buen tiempo, así que podéis venir a una obra de teatro el sábado a las 17:00 Trampatatran en Villabre y luego subir y tenderse en el Cátedra Esencial. Sí subís en bici mucho mejor. Os dejo el software”. Y es que María, sin asesores ni personal de prensa, es su mejor promoción. Tanto que algunos ya la llaman la alcaldesa tuitera. En otro de sus tuits anima a encontrar su concejo en el carta, eso sí, sin buscarlo antaño en internet.

Hace poco se hizo vírico un mensaje en el que colgaba el banco municipal avisando de su horario de atención estos días, y de que la plaza de auxiliar había quedado desierta. Un escrito que termina pidiendo perdón por las molestias.

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