O Polvorín, el milagro ourensano


O Polvorín puede presumir de ser el arrabal ourensano de moda. Desde 2019, es el líder indiscutible del crecimiento de población en la ciudad, en un contexto impresionado por el descenso generalizado de vecinos en la mayoría de barrios. Su población aumentó un 75% en los últimos tres abriles según los datos del Instituto Doméstico de Estadística (INE), gracias a la arribada, en su mayoría, de parejas y familias jóvenes. 

La fórmula del éxito tiene un ingrediente secreto: la construcción de tres torres -dos de ellas, ya habitadas- en las rúas Amado Carballo y López Abente, la última obra residencial nueva en la ciudad. En septiembre de 2019 se inauguró el primer edificio, con un total de 84 viviendas, y hace meses empezaban a instalarse los inquilinos del segundo monolito, que aglutina 92 pisos. En 2024 estará rematada la tercera torre, y parte de los terrenos próximos, ocupados actualmente por casas unifamiliares, ya han sido comprados por una empresa constructora. Todo parece indicar que O Polvorín seguirá ganándole la partida a la despoblación en los próximos abriles. 

Ubicación y tranquilidad

Los nuevos vecinos ponen en valencia la ubicación y la tranquilidad de la zona. “Ao final tes todo a cinco minutos da casa, estás en nulo no Xardín do Posío, estamos nun empleo moi cómodo”, apunta Cristina Gómez, recién mudada. La proximidad con barrios como el centro, Mariñamansa o el Posío permite cubrir los servicios básicos en el entorno más cercano. “Tenemos dos supermercados aquí al costado. La verdad es que no se echa en descuido nulo”, comparte Cristina Pintos, otra inquilina. Los habitantes de más tiempo anotan la menester de un centro de vitalidad. “A nós tócanos o da Cuña-Mariñamansa, que nos queda a 20 minutos a pé, non é tan lonxe, pero é todo subida. É o único que estaría ben ter máis cerca”, señala una vecina ya jubilada. 

Cristina Gómez vive en los nuevos bloques
Cristina Gómez vive en los nuevos bloques

Las zonas de aparcamiento se quedan pequeñas, no solo para los inquilinos, sino todavía para aquellos que se acercan desde otros barrios, ya que el bajo de uno de los edificios está ocupado por una cafetería y un restaurante que atrae a numerosos clientes. “A veces es difícil estacionar conveniente a la masa que se está viniendo a estar aquí y a la masa que viene al bar, que tiene mucha auge”, comenta Pintos. De hecho, el parquin gratis emplazado en López Abente cuelga el cartel de completo la mayoría de días de la semana.

La cercanía con el centro urbano, sin bloqueo, no está reñida con la tranquilidad. Las torres están emplazadas en un entorno mayoritariamente rural: por el este las rodea el paseo del río Barbaña y por el oeste, casas unifamiliares. “Cando nos levantamos escoitamos dende casa aos paxariños, e ás veces ás ovellas. O noso firme dá para a zona de antes, na que non hai construcción, así que non hai ruidos. Temos os dous mundos: o centro moi cerca e tamén o silencio e a tranquilidade”, asegura Cristina Gómez. El río es uno de los principales atractivos para muchos de los recién llegados. “El arrabal está muy acertadamente para pasear, tienes mucha zona verde para caminar. En los días de sol, mucha masa de otras zonas de la ciudad todavía se acerca para dar una envés por aquí”, explica Pintos. Por su parte, respecto al ocio de los más pequeños, el parque pueril más cercano está a 10 minutos, a descuido de un campo de acción cerca de de los edificios. “Pero no se tarda nulo en ascender y es un parque vasto, con mucho espacio para que los niños se diviertan”, comenta otra vecina. 

Cristina Pintos, vecina de la zona
Cristina Pintos, vecina de la zona

La otra cara de la moneda

El este del arrabal de A Carballeira (rúa do Teixo y Corredores), vive la situación contraria a O Polvorín. Su población no solo no creció en los últimos abriles, sino que cayó a más velocidad que en otras partes de la ciudad. Desde 2019, el censo disminuyó en un 34%, según los datos del INE. La zona es muy próxima a O Polvorín y comparte características como la tranquilidad y la cercanía con el centro urbano, pero no experimenta el mismo bum de población. Eso sí, el este de A Carballeira no cuenta con obra residencial nueva y no hay edificios: los vecinos viven en casas unifamiliares construidas hace décadas. “Pero las casas están todas o casi todas ocupadas, incluso se ha venido a estar recientemente alguna pareja bisoño con niños. No es que no haya vecinos, pero sí es verdad que somos pocos”, resalta Paz Osorio, vecina de la rúa do Teixo. “Houbo xente que marchou, pero case na maioría esas casas que quedaron baleiras xa se compraron e se foron ocupando. Hai matrimonios novos, nenos…”, comparte Mónica González, residente de la zona. 

Mónica González reside en el este de A Carballeira
Mónica González reside en el este de A Carballeira

Los vecinos se quejan de la descuido de atención por parte de la empresa regional. En la rúa do Teixo, las familias reclaman una red de saneamiento pública, así como recogida de basura. En la rúa do Seixo, los inquilinos se quejan en presencia de el estado del asfalto, plagado de socavones desde hace abriles.

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