Con la importación por parte del Estado, los principales accionistas de Telefónica son el propio Gobierno, con un 10%; el congregación saudí ‘Saudi Telecom (STC)’, con un 4,9%; el porción ‘BBVA’, con un 4,87%; la empresa estadounidense ‘BlackRock’, con un 4,48%; y ‘CaixaBank’, que cierra el top 5 con un 3,5% de la compañía.
¿Cómo va a retribuir el Gobierno la importación de Telefónica?
El Gobierno deberá desembolsar cerca de 2.000 millones de euros. En un país en el que la deuda pública está por las nubes, una de las preguntas es cómo va afrontar ese plazo. “Está claro que el Gobierno va a apañarse alguna vía que no incremente la deuda pública”, opina Julián Salcedo, doctor en Peculio.
Lo que sí se sabe es que lo hará a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). “La SEPI igualmente está muy endeudada y hay que memorar que, muy recientemente, ha comprado una toma de billete muy importante en INDRA”, señala Salcedo.
¿Cuál va a ser la función del Gobierno en Telefónica?
Otra de las dudas que surgen es el nivel de influencia del Gobierno en la encargo de Telefónica. En teoría, tendría derecho a uno o dos miembros en el consejo. “Siquiera sabemos las intenciones con respecto al equipo directivo”, apunta el director de inversiones de ‘ATL Hacienda’, Ignacio Cantos, “en principio, han manifestado que no van a intervenir en la encargo de la compañía como tal”.
¿Qué pasará con el ERE de Telefónica?
Adicionalmente de estas cuestiones, está la del ERE de la empresa. En estos momentos, el ERE lo costea la propia Telefónica, pero con el Estado como capitalista mayoritario las cosas podrían cambiar. “Que se deje trabajar, en este caso, a la empresa con los sindicatos para que se llegue a un acuerdo y no hayan interferencias”, ha expresado Antonio Garamendi, presidente de CEOE.