El pacto se ha forjado tras casi dos horas de reunión por videoconferencia y a posteriori de meses de discusiones en el seno de la UE sobre el diseño del nuevo situación de gobernanza. En la cita de este miércoles, una vez Italia ha retirado sus objeciones para contar con más ganancia fiscal para impulsar la transición ecológica de la industria, se ha despejado el camino al acuerdo a 27.
Nuevas reglas
Las nuevas reglas “darán certidumbre a los mercados financieros y reforzarán la confianza en las economías europeas”, ha subrayado la vicepresidenta primera y ministra de Riqueza, Nadia Calviño, en rueda de prensa tras salir a un acuerdo que es “una buena notificación para Europa” y el “hebilla de oro” a la Presidencia española del Consejo.
Calviño ha subrayado que las reglas son más “creíbles” y “realistas” y su diseño atiende a la ingenuidad económica tras la pandemia, que ha elevado el endeudamiento y la deuda en todos los países de la UE. Las normas incorporan las lecciones aprendidas durante la crisis financiera y se adaptan a la situación de cada país, ha anotado.
“Incorporan redes de seguridad para apuntalar que todo el sistema es moderado en términos de disciplina fiscal y además de impulso al crecimiento crematístico”, ha expuesto la vicepresidenta, insistiendo en que son “las mejores reglas posibles”.
Mientras, el vicepresidente ejecutante de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, ha hecho hincapié en que las normas preservarán la sostenibilidad de las finanzas públicas, dando espacio para la inversión e incentivar las reformas. “En un momento de importantes retos económicos y geopolíticos, no hay tiempo que perder”, ha señalado el político letón en relato a las negociaciones con el Parlamento Europeo que se lanzarán a principios de año una vez conseguido el acuerdo entre los Veintisiete.
El pacto se forja tras concluir los últimos aspectos que quedaban pendientes sobre la velocidad a la que los países tienen que converger con la salvaguarda del endeudamiento del 1,5%, que será en términos generales del 0,4% y puede salir a flexibilizarse hasta el 0,25% si los gobiernos acreditan una serie de reformas e inversiones.
El otro punto que llegaba hendido a la videoconferencia era la desviación máxima permitida de los objetivos anuales de compra neto, que quedarán en el 0,3% anual y el 0,6% en el total anexo del tiempo que dure el plan de ajuste.
El resto de la propuesta incluye una reducción anual del 1% del PIB para los países con una deuda por encima del 90%, como es el caso de España, mientras que plantea un ajuste del 0,5% anual para los Estados miembro con una deuda entre el 60% y el 90%.
Asimismo introduce un ‘colchón fiscal’ para los países con bajo endeudamiento, pero una deuda superior al 90%, a los que pedirá dominar el endeudamiento para tener un ganancia del 1,5% por debajo del orilla del 3% para tener espacio para reponer a posibles ‘shocks’ económicos, y permitiendo a los Estados miembro con una deuda inferior al 90% del PIB una reducción del endeudamiento pequeño, hasta un colchón del 2%.
Por otro costado, se pedirá a los países que superen el valencia de relato del 3% de endeudamiento, a los que se abrirá un procedimiento de endeudamiento excesivo (EDP, por sus siglas en inglés), una senda de compra neto corrector “coherente” con un ajuste estructural reducido de, al menos, el 0,5% del PIB.
La víspera de la videoconferencia, Francia y Alemania anunciaron un consenso lo que una vez con las dos economías principales de la UE alineadas ha allanado que Italia se sumara al acuerdo.
Reacciones de los estados miembro
De costado de Países Bajos, la ministra de Finanzas, Sigrid Kaag, ha reivindicado que las normas dan una “saco sólida para los presupuestos nacionales” insistiendo en que con el acuerdo se avanza en “una reducción de la deuda ambiciosa y sostenible” al tiempo que se fomentan las reformas. Eso sí, insiste en que deben cumplirse mejor, “lo que con demasiada frecuencia ha sido un problema en el pasado”.
Mientras, el titular húngaro de Finanzas, Mihály Varga, ha valorado que el nuevo situación de gobernanza refuerza el papel de los Estados miembro frente al de la Comisión e incorpora la propuesta de Budapest de tener en cuenta el compra en Defensa a la hora de evaluar los niveles de endeudamiento.