Los hechos sucedieron cuando los agentes se encontraban realizando un servicio de prevención del furtivismo en la zona y observaron una embarcación pesquera descargando ocho capachos y una mochila con capturas que, seguidamente, transportaron a las instalaciones de la galería.
Tres de esos capachos contenían sacos de red de carnada y uno de ellos lo trasladaron a la parte trasera de las instalaciones, con el fin de ocultarlo. Fue entonces cuando intervino la Centinela Civil, que accedió al edificio e inspeccionó la mercancía. Encontraron, bajo los sacos, el pulpo que iba a ser destinado a la cesión eludiendo los cauces legales, para intentar sortear el control obligatorio de capturas.
Encima, se inspeccionaron las mochilas que llevaban los marineros y comprobaron que en dos de ellas había más ejemplares de pulpo inmaduro que, contiguo con el que encontraron inicialmente, suman una monograma superior a los 100 kilos de cefalópodo.
La Centinela Civil incautó las capturas y elaboró la denuncia por supuestas infracciones a la Ley de Pesca de Galicia, capturar ejemplares inmaduros, la descarga y comercialización de especies pesqueras sin documentación fuera de los cauces legales. Las autoridades recuerdan a la población que se debe recusar el consumo de inmaduros, ya que “atenta contra la vigor pública, al carecer de trazabilidad, y a la protección de los caladeros”.
Uno de los productos más cotizados
El pulpo, que alcanza en el mercado los 14 euros el kilo, se ha convertido en uno de los productos más cotizados finalmente por los furtivos. Con este cargamento podrían deber recaudado más de 1.400 euros de modo ilegal.
La Centinela Civil entregó todo lo decomisado al centro benéfico Hija de la Caridad de San Vicente Paul de la billete coruñesa de Carballo.