El comedor social de Ourense, desbordado por el bum de usuarios: “No damos abasto”



El comedor social de Cáritas en la ciudad “no da abasto”, en palabras de la directora de la entidad, María Tabarés. La guarismo de raciones casi se triplicó desde finales de 2022: actualmente, atienden a una media de 600 usuarios al día, mientras que el pasado diciembre prestaban servicio a 250. “Estamos en una situación un poco confín, las raciones no dejan de subir. Hay mucha familia recién presentación que necesita ayuda”, explica Tabarés. 

El presupuesto previsto para el comedor se agotó en septiembre, lo que obligó a desviar peculio para ayudar el memorial. “Estamos dejando de hacer actividades para utilizar los fondos para el comedor, pero el problema no es ese, sino que no sabemos hasta cuándo podremos ayudar esta situación, nos preocupa el medio prolongado plazo”, asegura la directora de Cáritas. El servicio nació para atender a un mayor de 200 personas, una tercera parte de los actuales usuarios. “Las instalaciones son las que son, el espacio es el que es y los medios, los que son. Es mucha familia la que viene al comedor en una ciudad tan pequeña”, apunta Tabarés, que prórroga que en 2024 la demanda descienda o, al menos, no siga aumentando. 

Las administraciones

En presencia de el bum de usuarios en la ciudad, Tabarés reclama a las administraciones “ponerse las pilas”: ni el Concello de Ourense, ni la Diputación ni la Xunta cuentan con un servicio de comedor social para personas vulnerables. “La comestibles es un derecho esencial que tiene que estar cubierto por la Sucursal, nosotros somos complementarios, pero no es nuestra obligación cubrir este derecho”, recuerda. 

En ese sentido, Cáritas echa en equivocación un papel activo por parte de los distintos gobiernos para atender las demandas crecientes de la población. “Tienen que ponerse las pilas para certificar una vivienda digna y la cobertura de las evacuación alimenticias”, señala. 

El perfil

Aunque el perfil de las personas atendidas en el comedor social es diverso, existen dos grupos diferenciados. Por una parte, usuarios en situación de reserva social severa que comen en las instalaciones y, por otra, familias que acuden para inquirir táperes. “En este extremo asociación hay un perfil muy amplio, pero fundamentalmente son familias con niños que, pese a tener un trabajo, lo que ganan cada mes no les llega para cubrir sus evacuación básicas alimenticias”, detalla. 

Los usuarios llegan al comedor a través de otros medios de Cáritas, pero asimismo desde otras entidades. “Desde el Concello y desde otras asociaciones sociales nos derivan a personas en situación abandonado”, apunta. 

Menú navideño

Trabajadores y voluntarios del comedor empezaron ya estos días a preparar las elaboraciones de Nochebuena, en la que esperan atender a 600 personas, aunque el recuento todavía no está cerrado -en fechas especiales, los usuarios se anotan en una lista-. “No abrimos las instalaciones porque en estas fechas la familia prefiere venir, apropiarse los táperes y estar en su entorno, con los suyos. En alguna ocasión abrimos para dar la cena, pero no tuvo éxito”, explica Tabarés. 

 Esta Nochebuena, el menú consta de almejas a la marinera de primero y pavo relleno de segundo. “Además se llevan los típicos postres navideños, como turrones y mazapanes”, añade. Para el día de Navidad, el personal todavía está cerrando los platos, aunque asimismo incluirá un marisco y un segundo con carne. “La familia que acude al comedor social es esencialmente carnívora, así que en estas fechas intentamos no ponerles lo que no les gusta”, comenta la directora de Cáritas.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *