Es como lanzar una moneda 16 veces y que salgan cara



¿Me tocará el Corpulento de Navidad este año? Lo más probable es que no. El matemático Santiago García Cremades explica que se tráfico de un sorteo de suerte en el que hay una víctima probabilidad de que toque el primer premio.

“Me da pena ser el ‘grinch’ de la Suerte de Navidad… pero las matemáticas están en nuestra contra“, afirma Cremades. “Lo común es perder… la esperanza matemática es negativa”, añade. Sin confiscación, recuerda que sí existe una probabilidad, aunque pequeña: “No es increíble”.

El primer premio, conocido como el ‘Corpulento de Navidad’ tiene una víctima probabilidad de que toque. Pero, ¿qué sucede con los otros premios? Las probabilidades de atinar y comprar el décimo que salga del lisonja todavía son pequeñas.

En el caso de la pedrea y el reintegro las probabilidades aumentan. “Todos queremos tener reintegro para a posteriori invertirlo en el Criatura”, dice. “El reintegro corresponde a uno entre diez”, asegura el matemático. “La pedrea hay pocas probabilidades. Una de 50. Lo esperable es que de 50 décimos te toque una pedrea”, recuerda.

¿Y el Corpulento? “Es como divulgar una moneda al céfiro 16 veces seguidas y que salgan las 16 veces cara. Una entre 100.000 probabilidades”, explica Santi García Cremades.

“Si tienes un número protegido, echa ese. Las bolas no tienen memoria. Pero nosotros sí. Como toque el número que no has tumbado porque pensantes que no tocaba ese año… Todos los números tienen las mismas posibilidades. Es la parte bonita. Hay ‘x’ probabilidad. Es democracia”, confiesa el matemático, que todavía ha comprado décimos.

Encima, adelanta la predicción del número que va a salir como primer premio: el 31416, “el número Pi”. “Pero no lo tengo”, admite. “Está sofocado”.

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