El ‘annus horribilis’ en Vox, de Olona a Espinosa, entre purgas, radicalizacin y fiascos de Ayuso a Tamames


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La formación de Abascal ha sufrido 12 meses críticos donde solo se salva el buen resultado del 28-M

Abascal con su equipo en un mitin de Vox en 2020
Abascal con su equipo en un mitin de Vox en 2020javi martinez
  • política Espinosa dimitió “ahogada por el núcleo duro de Vox”: “los liberales, sin voz”, un debate en solitario y dos horas de cena con Abascal antes de despedirse
  • pactos Abascal levanta por primera vez el veto del PNV para que Feijo frene a Sánchez: “Ya nadie tiene excusa”

En las oficinas de la calle Bamb no recuerdan lo que es tener un agosto tranquilo. El abandono de Iván Espinosa de los Monteros reactiva los temblores dentro de Vox tras un año inestable, de éxitos y fracasos en las urnas y un progresivo giro a la derecha que ancla al partido en un evidente repliegue ideológico que ahora, con una nueva herida sangrando y aún suponiendo el crac del 23-J, ya apuntan los dirigentes caídos y relevados en los últimos meses.

La dimisión de Ivn Espinosa de los Monteros puede entenderse como la causa de una crisis que Vox abre ahora con incertidumbre, pero en realidad es la consecuencia de un año en el que el grupo se desnudó hasta dejar al descubierto las costuras. las dos facciones: la liberal-conservadora y la nacional-católica. Hace exactamente doce meses, Macarena Olona puso en jaque la estrategia de Santiago Abascal al retomar su actividad pública tras dejar Vox en extrañas circunstancias y emprender con sus seguidores el Camino de Santiago. Acusó a la dirigencia de lincharla tras denunciar la falta de democracia interna, y la dirigencia cerró el primer gran trance interno al sacar a Javier Ortega-Smith y promover ignacio garrigajunto a Jorge Buxadcomo secretario general. El ala dura tomó entonces el control del partido.

No existe correlación entre la ruptura con Olona y el fracaso electoral de hace dos semanas y media, que hundió la formación en 33 diputados, 19 por debajo de 2019. En medio de ambos hitos, Vox amplió su estructura territorial y articuló una fuerte articulación local. base. él 28-M. Fue el partido que más creció. Sin embargo, la estrategia nacional del partido en los últimos meses y la expansión del PP de Alberto Nez Feijo debilitaron a Vox, que protagonizó notables polémicas en la fase crucial de la carrera a las urnas que penalizó a la derecha por 23-J.

Ivn Espinosa de los Monteros deja Vox por “motivos personales”

En la recta final de la campaña, Abascal vaticina mayores tensiones en Cataluña si la derecha alcanza la Moncloa. Vox desafió al PP en sus pactos autonómicos al negar la existencia de violencia machista, y en el local tomó decisiones polémicas, como la retirada de banderas LGTBI o la cancelación de espectáculos culturales, que hicieron que el PP criticara la agresividad de Vox y la izquierda. basó su campaña electoral en una lucha contra la censura que la derecha activó en sus nuevas administraciones. El resultado fue una movilización excepcional del votante progresista para defender todo lo que Vox prometía derogar si finalmente gobernaba: el feminismo, la Agenda 2030, las leyes de igualdad o los nacionalismos.

Antes, el ecosistema político de la derecha llegaba al terreno preelectoral con turbulencias. Vox intentó desde principios de año mostrarse como la única alternativa real al sanchismo tras romper simbólicamente con el PP al tumbar los presupuestos de Isabel Díaz Ayuso en el comunidad de madrid. Esto generó tensiones en otras regiones, como las relacionadas con el aborto y el latido fetal en Castilla y León, uno de los peores enfrentamientos con la popular que desvió el foco de la reforma de los delitos de malversación y sedición cometidos por el gobierno de coalición.

Algo similar sucedió semanas después, en medio de una tormenta política por los efectos de la ley de solo s es scuando Abascal seleccionó al economista como candidato para una moción de censura sin opciones de prosperar Ramón Tamames, 89 años y posturas contrarias a Vox. Solo sirvió para su autopromoción, broma pública y presentación como futura candidata de Yolanda Díaz, a quien Pedro Sánchez le dio el protagonismo de responder al viejo comunista. Vox, por cierto, ya no podrá presentar mociones de censura ni recursos ante el Tribunal Constitucional al no tener suficientes diputados. Una dificultad añadida a la ya compleja estrategia a la que se enfrenta el grupo parlamentario tras la marcha de su icónico líder.

listas electorales

La relación entre Abascal y Espinosa de los Monteros se vio en parte torcida por la confección de las listas del 23-J. Vox prescindió de diputados afines a la portavoz y con perfil liberal. me quedé fuera Víctor Sánchez del Real, uno de los primeros estrategas del partido y el ideólogo de la exitosa campaña andaluza de 2018, el despegue de Vox. También a Rubén Manso, destacado economista. ayer, en un tribuna en vozppuliManso acusó a Vox de convertirse en su caricatura y opinó que la marcha de Espinosa de los Monteros augura que el partido sería el primero de su corriente europea en fracasar y hundirse.

En cambio, el partido apostó por una nueva generación de parlamentarios: Pepa Millánexsenador o jacob robertouno de los artífices de la fallida campaña de Olona en Andalucía en junio de 2022. Ignacio Hoces, vicesecretario de Vox Institucional y nuevo hombre fuerte en la cúpula. Asistió ayer en el Congreso a la despedida de Espinosa de los Monteros y a reforzar su papel en el partido, aunque se da por hecho que la crisis abierta ahora provocará una profunda reorganización que seguramente generará más movimientos internos.

En cualquier caso, la reestructuración se producirá sin alterar el poder acumulado en la cúpula del partido, reforzado hace poco más de un mes mediante una reforma estatutaria aprobada por los militantes poco antes del inicio de la campaña electoral. Gracias a ella, la dirección de Vox aumenta su control endureciendo las sanciones a aquellos militantes que dañan la marca política, así como a los que desacatan las pautas o instrucciones dadas por los líderes del partido. Un movimiento que refuerza la estructura vertical de Vox, con Abascal como líder indiscutible y flanqueado por sus dos personas de confianza en la arena política: Jorge Buxad e Ignacio Garriga. La dimisión de Iván Espinosa de los Monteros y la ola de apoyo que ha recibido de los caídos de Vox -Manso, Sánchez del Real, Ortega Smith, Olona- corrobora que el partido crece en un solo sentido. Sobre la mesa queda la duda de si el grupo parlamentario seguirá ese camino con su nueva portavoz.

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