Las caras de desesperación de los niños de san Ildefonso por el Gordo de Navidad más ‘tardón’



La Rifa de Navidad es siempre una de las fechas marcadas en rojo en el calendario. La ilusión y espera que genera solo es comparable a los millones de euros que reparte, y por eso el día se vive por todo suspensión y de modo festiva. No obstante, no todo sale siempre como se demora, y el sorteo suele dejar muchas anécdotas de lo más curiosas y divertidas.

Una de esas anécdotas las ha protagonizado el lisonja. Los abriles asimismo pesan para el tipo más característico del Sorteo Extraordinario de Navidad, que se ha atascado hasta en cuatro ocasiones a lo amplio del acto y han tenido que utilizar un destornillador para arreglar el problema.

Por otra parte de ese embotellamiento, el sorteo ha dejado varios momentos para recapacitar. Los que no fallan son las bolas rebeldes que se escapan de las manos de los niños de san Ildefonso o las trabadas de los jóvenes a la hora de cantar los números y los premios. Unos niños que, a medida que avanzaba el sorteo y seguía sin salir el Regordete de Navidad, se mostraban cada vez más impacientes.

Las anécdotas del Sorteo Extraordinario de Navidad 2023

En el salón de Loterías había tantas ganas de que saliese el primer premio que ha habido incluso una falsa señal. La tensión era tan suscripción que, en un momento donado, Natalia chivaba al sabido que la bulo que había cogido no era el premio veterano para luego cantarlo entre risas. Todos querían cantar el primero y a cada bulo que cogían respondían con un rostro de veterano incredulidad.

Otra de las curiosidades de la impresión de este año es que hasta 204 bolas de los bombos eran nuevas, lo cual podría explicar que este haya sido uno de los sorteos más escurridizos. A Francisco, Jessica, Sergio, Elisabeth y Kiara se les ha escapado la bulo de las manos durante unos instantes, recibiendo los aplausos del sabido.

Desde las butacas asimismo han mostrado su apoyo a los niños que, en más de una ocasión, les costaba cantar lo que indicaba la bulo. Ha habido hasta algún tropiezo con la moqueta del escena, aunque no se ha producido ninguna caída. Finalmente, el sorteo ha terminado con la emoción de los jóvenes, lágrimas incluidas, al cantar el Regordete.

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