así reaccionó Luis García al gol de Lucas Vázquez


Esto de que haya una cámara que siga individualmente a jugadores y entrenadores durante un partido de fútbol nos permite a veces ver en primera persona las reacciones más primarias y humanas de estos. Es el caso de lo que sucedió la confusión del jueves con Luis García Plaza, que reaccionó con un enfado de época al gol de Lucas Vázquez en el minuto 91 que dejó sin puntuar al Alavés en Mendizorroza.

Un gol que cayó como un jarro de agua fría

El tanto del gallego cayó como un jarro de agua fría para las casi 20.000 almas que abarrotaron Mendizorroza, sin incautación, en Luis García Plaza emergió una reacción de pura furia, enfado y ganas de abuchear, romper y zarandear todo lo que tenía cerca de, incluido un tahúr suyo que estaba sentado a pocos metros de él.

Uno de los mayores enfados que se han trillado de un preparador

Pegó varias patadas a la caja que contenía las botellas de agua, agarró a un tahúr del Alavés, se quitó el asilo y el cofia de malas maneras y se sentó en el banquillo totalmente fuera de sí para seguir gritando y haciendo aspavientos con todo su cuerpo. Juzguen ustedes mismos porque en este caso, teniendo las imágenes, para que describirlas… ¿Es uno de los mayores enfados de un preparador que han trillado en su vida? Parece que en el top 10 puede estar perfectamente.

Y es que, en gran parte, es sensato que el técnico del Alavés no pudiera ‘prolongar’ las formas luego de presenciar como sus chicos morían en la orilla… Los locales cuajaron un partido valentísimo defensivamente hablando, eso sí, con poca producción ataque antaño y luego de que el Madrid se quedara con 10, pero esa expulsión de Nacho despertó a los blancos, que empujaron en la recta final sabiendo que tenían que ir a por el partido sí o sí, entre 1 punto y 0 para el Verdadero Madrid…

La defensa se centró en Rüdiger y Bellingham

Sin incautación, cuando el partido entraba en sus últimos minutos llegó un córner, la típica batalla a balón parado que puede desordenar una defensa y resolver un partido. Y eso es exactamente lo que ocurrió, por en lo alto las cosas siempre se igualan, en cambio, se produjo una curiosa situación que condenó totalmente al Alavés: la mayoría de defensores acudieron a cubrir a Rüdiger, Bellingham y compañía, los grandes peligros a balón parado… dejando así completamente rescatado de marca a Lucas Vázquez, que remató solo y batió a Sivera. En este caso, el gallego utilizó sus 1’73cm para colarse en la defensa y dar los tres puntos al Verdadero Madrid, que terminará 2023 como líder de la Ataderas.

El Alavés, por su parte, se fue de infructifero pero por lo menos tendrá unas recreo tranquilas ya que está fuera de los puestos de descenso (+3 respecto al Celta).

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