El 16 de noviembre, Pedro Sánchez fue investido presidente del Gobierno por el Congreso de los Diputados. Y más de un mes posteriormente ha llegado por teléfono la indicación de tarjeta del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
La conversación ha sido confirmada por la Casa Blanca y el Palacio de la Moncloa. En un mensaje en X, el propio Sánchez ha agradecido la tarjeta a su homólogo estadounidense. «He reiterado mi voluntad de seguir estrechando la cooperación con EEUU, socio táctico, amigo y amigo de España, durante esta nueva sesión», ha detallado.
Pero encima, Sánchez ha explotado la conversación para insistir frente a Biden en su «disposición política» para apañarse una alternativa a «la dramática situación en Lazo» que posibilite «la coexistencia de un Estado de Palestina y el Estado de Israel en paz y seguridad».
Desde la Casa Blanca no han transmitido más detalles, pero las llamadas del presidente de Estados Unidos tras una investidura, sobre todo en países aliados, son cuestión rutinaria, y no incluyen valoraciones de corte político por parte de la Casa Blanca. Más en el caso castellano, transmitido que hay dos bases de uso compartido en España entre las fuerzas armadas de uno y otro países.
La indicación se produjo en el zaguero día de trabajo de Biden ayer de la navidad, 36 días posteriormente de la investidura. Antaño, el unidad de Estado ya había felicitado a Sánchez por activo conseguido un acuerdo que le permite mantenerse en la presidencia del Gobierno.
Por ejemplo, en el caso de Javier Milei, que ganó la segunda envés de las elecciones el 20 de noviembre, Biden tomó escasamente dos días en llamarle para, según dijo la Casa Blanca en su día, «aplaudir la conducta de la alternativa como un refrendo de la fortaleza de las instituciones democráticas de Argentina».
Relación cordial
Biden tiene una relación cordial con Sánchez, y tras unos equívocos iniciales como una conversación extremadamente breve en los pasillos de la sede de la OTAN en Bruselas en 2021, las relaciones entre uno y otro se han estrechado con la cumbre de la OTAN en Madrid y la entrevista de mayo de Sánchez al Despacho Oval.
Las relaciones de Sánchez con Donald Trump fueron menos cordiales. No hay registros de llamadas en los archivos de la Casa Blanca tras la moción de censura de 2018. Antaño, Trump recibió a Mariano Rajoy y mantuvo una conferencia de prensa conjunta con él y conversó con él por teléfono en varias ocasiones.