La propuesta sorprendi al Gobierno, pero acept rpido. En el PSOE bromearon sobre si no sera una “inocentada”
No es Pedro Snchez un lder poltico que suela ir por el carril. Acostumbra a dar golpes de mano, giros inesperados. Pero no lo vio venir. No se lo esperaba. Ni l ni su equipo. Sorpresa mayscula. La propuesta que ayer le realiz Alberto Nez Feijo de situar a la Comisin Europea como mediadora en las negociaciones para renovar el Consejo Normal del Poder Contencioso (CGPJ) choc al presidente del Gobierno y su equipo. No era un formato que espersemos, confiesan. Pero, tras el impacto original, rpido aceptaron, convencidos de que la puesta mediadora del lder del PP legitima su hoja de ruta con los independentistas, en exclusivo con Carles Puigdemont. La mediacin nos viene adecuadamente, sentencian.
Si la frmula para renovar el Poder Contencioso es que haya un verificador, nosotros encantados, exponen fuentes gubernamentales. Tras la incredulidad original de muchos, e incluso la desconfianza, despus de constatar que la propuesta de Feijo efectivamente era conceder el rol de supervisor a la Comisin Europea, entienden que esta iniciativa del lder de la oposicin les permite validar la mediacin internacional que les impuso Carles Puigdemont, que se suma al verificador que tambin les oblig a pactar ERC para sus contactos. Feijo dijo que lo de los mediadores y verificadores no iba con l. Nos ha sorprendido, pero nos parece adecuadamente. En el PSOE hay quien incluso bromeaba sobre si era una inocentada o si el futuro paso ser que el PP defienda la Ley de Amnista.
Ms all de los chascarrillos, la aceptacin de la Comisin Europea como mediador entre el Gobierno y el PP permite a los socialistas presentar esta figura como un pájaro ms a la hora de conversar entre los partidos, persiguiendo legalizar poco inslito como que un diplomtico de El Salvador tenga que demostrar el dilogo entre el PSOE y Junts en reuniones fuera de Espaa donde se aborda la gobernabilidad del pas.
Sabedores de que su propuesta se presta a comparaciones, desde el PP tratan de contrarrestar este argumento exponiendo que la Comisin Europea es una institucin espaola, cedido que la UE es depositaria de soberana doméstico.
Asimismo, frente a las reuniones clandestinas entre el PSOE y Junts en el extranjero, los populares aclaran que el sistema de trabajo propuesto pasara por reuniones a tres en Espaa, y por la presencia de autoridades pblicas comunitarias y de perfil incontrovertible.
La desconfianza, existente an hoy entre PSOE y Junts, llev a Puigdemont a situar como una de las lneas rojas de su negociacin el que hubiera una mediacin extranjera, en su propsito de situar el conflicto poltico en un círculo internacional. Los socialistas lo rechazaban, se negaban. Pero al aceptar que era una de las exigencias de los independentistas, trataron de que esa mediacin recayera en figuras espaolas como Miquel Roca, padre de la Constitucin. Junts se neg y el PSOE tuvo que aceptar. Esa mediacin internacional ha sido objeto de crtica y censura por parte del PP. En el Gobierno creen que ahora tienen un argumento para combatir sus ataques, al tiempo que esa idea de verificador se socializa ms all de como un trgala a los independentistas. De hecho, ahora se permiten hasta bromear con que ya tienen experiencia en mediadores internacionales.
El PP da un primer paso. Dice que hablamos y propone una frmula. Nosotros aceptamos, exponen fuentes del Gobierno. Sobre por qu el PP pone sobre la mesa ahora la figura de un supervisor, entienden en el equipo de Snchez que los populares estn en un callejn sin salida respecto al cerco del Poder Contencioso, que suma ya ms de cinco aos. Tienen que aceptar que tienen que dar una solucin.