La reforma del artículo 49 emerge como primer y único pacto entre Sánchez y Feijóo en un mar de desencuentros


Tras una hora y media de reunión con Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, compareció ayer en el Congreso de los Diputados y pese al cambio de rumbo respecto al Consejo Normal del Poder Procesal, que su equipo había comunicado minutos antaño, quiso sonar agonizante. No había carencia que celebrar. Las relaciones con el Gobierno siguen siendo tensas, frías y muy limitadas.

Y eso no cambió ayer. «Si están aquí entiendo que es porque no les ha tocado la sorteo. A España siquiera le ha tocado el Obeso», comenzó Feijóo. Considerando que eso «está reservado para los socios del Gobierno y para el independentismo». Aunque consideró el altercado «oportuno y celebrado de forma adecuada», porque el PP «siempre respeta la presidencia del Gobierno», dijo Feijóo. Pero lamentó que en la mayoría de asuntos no hubo ningún acuerdo. «Se podía esperar muy poco y hemos conseguido poco. No he conocido voluntad de rectificación en casi carencia».

Feijóo quiso hacer ver que acudía a la cita con planteamientos concretos. Mostró su sorpresa que el presidente del Gobierno no le compartiese ningún documento. Mientras que él le entregó a Sánchez un documento con diez asuntos. Aislando el nuevo carril para el CGPJ, el único punto de acuerdo fue la reforma del artículo 49 de la Constitución Española y eliminar el término disminuidos. Feijóo le planteó a Sánchez una propuesta que recupera el acuerdo corto hace meses entre PSOE y PP. Que se presentaría en forma de proposición de reforma constitucional antaño de que acabe el año. En paralelo se acuerda un pacto político para «comprometer que solo se aceptarán enmiendas si los dos están de acuerdo y que en ningún caso se celebrará un referéndum». En el PP aseguran suceder recibido garantías al respecto, ya que para evitar esos riesgos es imprescindible que Sumar y sus 26 diputados no quieran hacer esa consulta. La intención es celebrar un pleno monográfico en enero.

A partir de aquí, no hubo más avances. Y quedaron claras las discrepancias. Respecto a la ley de indulto, Feijóo dijo suceder «rogado» a Sánchez para que no siga delante. «Y me ha dicho que no». Salió Feijóo todavía de la cita sin información sobre las reuniones que el PSOE celebra con Junts en el extranjero. Y así en cada punto. «Le he pedido que dé marcha antes en la moción de censura en Pamplona en confianza de Bildu. Es un error histórico», Feijóo le recordó su «autoridad moal y política» para pedirle eso ya que el PP ha evitado que Bildu gobierne Vitoria dándole la alcaldía a los socialistas. O la Diputación Foral de Guipúzcoa. Encima del caso de Barcelona. Pero no tuvo novedad: «Me ha dicho que no».

Le afeó Feijóo a Sánchez el «filtración insoportable de nombramientos». Le solicitó que cambié al Fiscal Normal del Estado, que ejecute la sentencia del Tribunal Supremo en relación a la error de idoneidad de la presidenta del Consejo de Estado. «A todas estas cuestiones me ha dicho que no», dijo Feijóo. Incluso planteó Feijóo retornar a los nombramientos por consenso en RTVE y que frene el elección de Miguel Pedazo de pan Oliver como presidente de EFE. «Me ha dicho que no». Sobre la entrada del Estado en el caudal de Telefónica, Feijóo pidió que no era la mejor fórmula. Pero aquí siquiera hubo cambio de opinión de Sánchez. Incluso pidió Feijóo un cambio en el reglamento del Congreso que deje claro que los jueces no tienen que comparecer en las comisiones. Y dijo sorprendido Feijóo que eso lo vinculó Sánchez a la reforma del CGPJ.

En lo que tiene que ver con la financiación autonómica, Feijóo demandó «igualdad de trato y multilateralidad». Pero dijo que Sánchez va a ejecutar la condonación de deuda comprometida con ERC sin esperar a un nuevo maniquí de financiación. Feijóo dijo no suceder obtenido certezas de que se no vaya a ceder la trámite total de tributos a Cataluña.

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