Un verano negro deja 5 muertos el último mes en las carreteras de Ourense



En menos de 24 horas, dos muertos en las carreteras de la provincia. En menos de un mes, cinco. Accidentes de tráfico cobraron ayer la vida de Rocío Guerra Requejo (39 años), vecina de Trez (Laza), donde vivía con sus dos hijas menores. Circulaba por la OU-112 cuando sufrió una salida de moto y una fuerte caída a las 0:53 horas, falleciendo en el instante. Trabajó en la carnicería Tilde de la capital del municipio, donde era muy apreciada. La Guardia Civil tuvo que solicitar la presencia de psicólogos especializados en la atención de situaciones de emergencia grave para prestar ayuda profesional a los familiares, según informa Emerxencias de Galicia.

No habían transcurrido ni 24 horas desde el anterior accidente mortal en Ramirás: un joven venezolano de 28 años, Jonathan Yáñez Ramos, que pasaba vacaciones en la casa familiar, perdió el control del auto cuando regresaba a su casa, minutos antes de las siete. por la mañana. mañana, después de una noche de fiesta con amigos. Algo parecido a lo que le ocurrió a Rubén Cereijo, vecino de Manzaneda que el día de su muerte, la madrugada del sábado 19 de agosto, cumplía 33 años.

Los conductores jóvenes estuvieron involucrados en el 80% de los accidentes. que se han producido este verano, en las llamadas horas brujas: aquellas entre las 6 y las 9 de la mañana son especialmente “trágicas”. Viajes cortos, fiesta y coche, en un mismo paquete.

Los otros dos accidentes mortales del verano se produjeron en la AG-53 (Piñor), pasadas las once de la noche, cuando el conductor, un vecino de Entrimo de 58 años, chocó contra un camión, y en la OU-536, en Xunqueira de Espadanedo. En este último caso, un conductor de 22 años que dio positivo en alcohol invadió el carril de una mujer que se dirigía a su trabajo, una farmacia en Castro Caldelas, a las ocho de la mañana. Ella, Mercedes González (61 años), fue víctima de una imprudencia ajena.

En el caso de la AG-53, la Dirección General de Tráfico no la incluirá en la estadística de fallecidos en accidentes porque la investigación se cerró por suicidio. “No se trató de un accidente, la víctima circulaba en sentido contrario y buscó ese resultado, según confirman los testigos”, afirman fuentes de tráfico.

Desde el 27 de julio cinco personas han perdido la vida en distintas vías de la provincia. Uno de los peores meses que se recuerdan. “En verano el riesgo siempre aumenta porque a mayor circulación, mayor riesgo de accidentes. Hemos notado en los últimos años que los hábitos de los conductores han cambiado a mejor en los viajes de media y larga distancia, pero lo que más nos preocupa son los trayectos cortos, conocidos, al pueblo, de fiesta… nos relajamos”, admite David Llorente, jefe de la Dirección Provincial de Tráfico de Ourense.

Pero el punto de partida ya era malo. Entre enero y agosto, 15 fallecidos (14 si se excluye el accidente de la AG-53). Pero partiendo de un balance u otro, lo cierto es que a estas alturas de 2023 ya se superan las víctimas de todo 2022, que cerró con 13 accidentes mortales. Seis de ellos precisamente fallecieron en los meses de verano, entre el 22 de junio y el 19 de septiembre.

Conducción más “agresiva”

Desde la Guardia Civil aprecian no sólo un aumento de los desplazamientos tras la pandemia pero también una conducción “más agresiva y nerviosa”. Pero también más distracciones en rutas conocidas y siniestras, especialmente en las salidas nocturnas, donde hay presencia de sueño, alcohol y drogas. Incluso “se presta menos atención al mantenimiento de su vehículo”.

El accidente con mayor número de víctimas en lo que va de año se produjo en Vilamartín de Valdeorras el pasado 25 de mayo a las 18.55 horas cuando un camionero de 51 años que invadió el carril contrario y chocó con un coche en el que viajaba un hombre de 42 años. La anciana viajaba. años que iba a la fábrica donde trabajaba en ese pueblo. Otro coche fue atropellado y tres resultaron heridos. Según pudo determinar la Guardia Civil, la causa fue el cansancio o somnolencia del conductor que trabajaba para una empresa cárnica de Melide.

Asimismo, se produjeron dos accidentes mortales: uno por negligencia en la conducción, al dar marcha atrás una furgoneta en Toén y otro por la irrupción de un peatón en la vía, en concreto, en la carretera de Rías Baixas a su paso por Taboadela.

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