Una última y original voluntad


Se vende apartamento de 59 metros cuadrados en la playa de Benidorm. Motivo: Universidad de Valladolid. Hace unos años la institución educativa vallisoletana sorprendió Poner a subasta un piso que había llegado a sus manos. fruto de una herencia inesperada. Un periodista de la BBC, Alfonso Guillén Medrano, que no tenía ninguna vinculación con la universidad, pero su abogado -de Aranda de Duero (Burgos) y exalumno de la Facultad de Derecho- legó aquella casa que, pese a ser presumiblemente una propiedad que muchos quisiera deshacerse, terminó convirtiéndose en un dolor de cabeza para la institución. Consiguió venderlo en la tercera subasta hace un par de años y con una rebaja considerable de precio respecto a la tasación inicial. La colección ha estado dedicada a ayudas a la investigación, algo mucho más vinculado a la actividad docente.

Este no es el único ejemplo de un curioso legado que llega a una institución de Castilla y León y las de carácter docente son las destinatarias de las más variadas herencias. Y es que en España no es muy habitual que en los testamentos aparezcan universidades, colegios o institutos, pero sí en otros países. Así la Universidad de Salamanca ha recibido unos bienes singulares. Tiene, por ejemplo, una colección de 144 relojes que su propietario, Andrés Santiago Zarzuelo, donó en 1989 y que recorre la historia de estos aparatos desde 1.800 hasta 1.925. De pared, de sobremesa, de suelo, despertadores y de múltiples estilos -romántico, Luis XVI, isabelino, Segundo Imperio, Biedermeier o victoriano…- se pueden ver en la que es su sede permanente desde 2016: el Colegio Mayor del Arzobispo Fonseca.

Además, fruto del deseo de personas que ya no están, ha recibido ‘joyas’ artísticas o literarias. El último, ‘Jerusalén conquistada, epopeya trágica’, obra de Lope de Vega publicada en Barcelona en 1609 y que ahora figura en los fondos bibliográficos del taller salmantino gracias a una antigua alumna a la que su padre le dejó el mandato de que el texto, del cual sólo quedan otros ejemplares en León, fue trasladado a la capital charra.

Imagen principal - La colección de relojes de la USAL y la obra de Lope de Vega donadas a la universidad, así como la exposición de Evaristo Muñoz a favor de Manos Unidas
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Imagen secundaria 2 - La colección de relojes de la USAL y la obra de Lope de Vega donadas a la universidad, así como la exposición de Evaristo Muñoz a favor de Manos Unidas
La colección de relojes de la USAL y la obra de Lope de Vega donadas a la universidad, así como la exposición de Evaristo Muñoz a favor de Manos Unidas
cedido

También guarda el importante legado de Miguel de Unamuno, que fue rector de la Usal, por orden de la familia y lo hace desde su Casa Museo, pero también han sido numerosos los particulares que han querido engrosar el patrimonio del autor de obras. como ‘Niebla’ o ‘La tía Tula’ a Salamanca y han donado la correspondencia -su legado epistolar es extenso- que mantuvo con distintas personalidades.

mucho arte

Últimamente, ha seguido engrosando sus fondos con artículos heredados. La familia de Salvador Sánchez Terán, que fue presidente de su Consejo Social y ministro de UCD con Adolfo Suárez, ha decidido, como era su expreso deseo, devolver a la institución su traje académico y la medalla que le otorgó la universidad.

Las obras artísticas, especialmente las pictóricas, son reliquias muy habituales. La Universidad de León ha recibido varios de este tipo desde ‘Melodía de Luna’, del artista chino cai yinlong a los más recientes: dos del artista Elvira Fustelo.

Material histórico de la práctica clínica veterinaria. quien fue director de su facultad entre 1882 y 1899, Martín Núñez y Martínez, numerosos ejemplares de animales de peluche y una colección de cámaras Fotografías analógicas donadas por un amigo del propietario forman parte del vasto Museo de la universidad leonesa -cuenta con 60.000 ejemplares biológicos en sus colecciones-, que entre sus patrimonios más singulares cuenta también con un colección de mariposas que les dejó el fallecido maestro Francisco Murciego. Un amante de la naturaleza cuya familia quería que un total de 30.000 mariposas de diferentes partes del mundo fueran objeto de estudio y exposición y tuvieran “fines científicos y educativos”. “Lepidópteros pertenecientes a 35 familias y 551 géneros diferentes”, afirma el coordinador y conservador del Museo de Colecciones de la institución leonesa, Luis Miguel Fernández.

La exposición de los 30.000 ejemplares de mariposas en León

ULE

son muy comunes donaciones en vida. Algunas personas prefieren que sean las instituciones las que custodien bienes que consideran de enorme valor porque tienen más medios de conservación y exhibición. Pero también hay quienes toman la decisión ante el escaso interés que despierta en sus legítimos herederos lo que han ido guardando como oro en tela a lo largo de los años. «Mis hijos no quieren mi colección de libros y vinilos. No tienen suficiente espacio para guardarlos y, además, no les interesa la música clásica. Por eso quería donarlos a una institución que pueda conservarlos y ponerlos al servicio de la investigación y de la sociedad”, afirmó el periodista británico William Chislett el día en que se formalizó el traslado de sus expedientes a la Universidad de Valladolid el pasado mes de junio. Casi 500 vinilos propiedad del también investigador asociado senior emérito del Real Instituto Elcano, que acudió a ofrecer la donación en sus redes sociales. La institución vallisoletana reaccionó rápidamente a este anuncio, que ya ha añadido a sus colecciones casi medio millar Discos de vinilo de música clásica que Chislett heredó de su padre, un musicólogo que, por su parte, colaboró ​​con la Universidad de Oxford -le transfirió más de 4.000 ejemplares-, los que han llegado a las orillas del Pisuerga son un pequeño fragmento de aquel Vasto legado, adquirido en los años 50, 60 y 70 de compositores como Mozart, Beethoven, Dvork y Elgar, entre otros.

Maquinaria

Lo que a veces también llega a las instituciones educativas es la maquinaria. Así, la Universidad de Burgos tiene entre sus encargos más destacados maquinaria industrial de empresas e incluso una imprenta

Pero no sólo a las organizaciones encargadas de la educación y la enseñanza, algunos individuos dejan sus bienes una vez concluido su paso por la Tierra. De hecho, las herencias que van a instituciones religiosas, solidarias u organizaciones no gubernamentales. En este caso, son sobre todo bienes inmuebles los que les regalan las personas que mueren. Viviendas que en ocasiones se comparten con familias. “Algunos lo aceptan perfectamente, pero hay quien decide impugnar la decisión”, afirma José María Borge, presidente de Manos Unidas en Valladolid. “Cuando nos dejan inmuebles, también recibimos todo lo que hay dentro, como ropa, muebles, enseres… A veces, lo cedemos a Cáritas” Reciben legados en efectivo -más fácil de gestionar-, y en forma de inversiones en acciones o fondos de inversión que luego se transforman en proyectos solidarios.

La misma línea sigue en esta organización salmantina que hizo herencia la que hoy es su sede en el centro de la ciudad. “Fue un matrimonio mayor el que nos dejó la que era su casa”, afirma la presidenta, Ana Isabel García. “Nos vino muy bien”, explica, porque pudieron mudarse del enclave anterior por el que, además, pagaban alquiler.

Otro de los legados que más les ha ayudado en los últimos tiempos ha sido el de Pintor bejarano Evaristo Muñoz. “Nos dejó todo su trabajo y sus propiedades”, afirma. El artista conocía el trabajo de Manos Unidas y dispuso que todos sus bienes fueran a parar a la organización. Un mandato que su familia -no tuvo hijos, pero sí sobrinos- aceptó “generosamente” sin causar ningún problema. “Y no siempre es así porque hay quien se decepciona al ver que no es el heredero”, apunta.

En total, un conjunto de más de 500 obras que Manos Unidas expuso para que el público pudiera descubrirlo. Primero en Salamanca, después en Béjar y también en la localidad salmantina de Ledesma. El resultado fue que todas las pinturas fueron compradas a través de donaciones y servirán para desarrollar las acciones solidarias que se pongan en marcha en tres continentes (Asia, África y América). Desde este tipo de instituciones agradecen cada gesto. “Todo cuenta, hasta lo más mínimo”, afirma el presidente, algo en lo que coincide el diputado de Valladolid, que, sin embargo, asegura que las herencias están disminuyendo. “Hemos pasado toda nuestra vida trabajando con estos legados solidarios”, explica cuando cada vez más ONG se comprometen a dar a conocer la figura de la voluntad solidaria.

Las instituciones públicas suelen convertirse en herederas. En el caso de la Diputación de Valladolid, su labor a favor de la provincia le ha hecho comparecer en testamento y convertirse en propietaria de fincas e inmuebles en el medio rural, pero también de céntricos pisos en la capital, como el que una última voluntad le dejó en el paseo de Zorrilla.

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