Sólo sirven para documentar una parte de su cronología. Sin embargo, opté por incorporarlo a este sencillo mosaico de Ourensán para demostrar su intensa actividad política durante la guerra y después de la guerra -la represión que sufrió- y al mismo tiempo lanzar un gancho con la esperanza de encontrar más información. Sobre su trayectoria, no tanto de lo que pasó en Ourense como de lo que se desarrolló en esta sucesión de países latinoamericanos polos que camino y con los que la UE, polo ahora, no puede dar.
Buena parte de la primera etapa está narrada en la obra de Arturo Taracena Arriola publicado por la Universidad Nacional de México bajo el título “Guatemala, la República Española y el Gobierno Vasco en el exilio”, sin abordar las acciones llevadas a cabo por el diplomático mexicano Gilberto Bosques y por la organización no gubernamental “Comité de Servicio Unitario”, destinadas o trasladar cara u otra parte del océano a dos republicanos españoles refugiados en Portugal.
Este estudio aparece como un ejemplo o caso de Armesto en voz de la directora del Servicio Unitario, Nathalie Raymond, quien informa al embajador de México en Portugal que “el 14 de junio de 1948, el refugiado español Alberto Armesto García había partido hacia Guatemala, vía Nueva York”.
Para ello, el mexicano o Bosques expedirán o a su favor una autorización de ingreso al país, que lo obligará a hacer una declaración sobre su acción política.
Según este y otros documentos, como el expediente penitenciario del fuerte lisboeta de Caxias, donde estuvo recluido unos meses antes de embarcarse hacia Guatemala-, Armesto nació en Maceda el 18 de enero de 1920, centrándose en su actividad profesional como zapatero, Está bendecido con fuertes inquietudes políticas que le llevaron a ingresar en las juventudes comunistas de Ourense con sólo 15 años y, un año después, a ser secretario de las juventudes socialistas unificadas de Ourense. Y todo ello con un protagonismo inusitado, porque en un corto periodo de dos años tiene que acudir a la Casa de Socorro para ser tratado por tantos altercados. El primero, cuando tenía 14 años, para curar “una herida cortante en la región superciliar izquierda”, el segundo, o el mismo día del golpe de Estado -o el 18 de julio del 36-, por “herida incisa en la frente”. cara de la pierna derecha”. Una lesión, ésta, que no le impidió sumarse -sólo dos días después- “a las partidas de fuga en las montañas del Invernadeiro”.
Como consecuencia, Nadal sería detenido por primera vez ese mismo año y once meses después, “juzgado y condenado por actividades terroristas, a la pena de 24 años”, registrándose en la prisión de Ourensá con motivo de las fiestas de la Misericordia de 1939. , como autor “a partir de un dibujo a pluma de un perfecto y original ambiente carcelario, obra de Alberto Armesto”.
Pero, por mucho que participara en la vida cotidiana de la prisión, la vida entre cuatro paredes no casaba con sus latigazos libertarios y antes de acudir a la fiesta de Mercede del 43 – afirma – “fui castigado por intento de fuga, junto con el médico madrileño D. Enrique Robles Soldevilla”, resultando “el traslado a la cárcel del Coto de Gijón, donde estuve recluido hasta noviembre de 1945, en que fui puesto en libertad como consecuencia del indulto general concedido el 9 de octubre del mismo año “.
Es identificando su compromiso político o párrafo que incluye una declaración, asegurando que “en tal prisión formaba parte de las fuerzas comunistas”.
Portugal -siempre- como una xanela libertaria, pero no exenta de peligros como “Caxias”
Liberado en Asturias, con sólo 25 años y una experiencia vital insólita para esa edad, regresó a Ourense con el objetivo de continuar su vida aunque corría el riesgo de tener que volver al colegio o incluso poner en peligro su vida.
Pero como era de esperar, “debido a la brutal intervención franquista”, se encontró con un PC completamente aniquilado “y sin control”, o que no se incorporaba “al Partido Socialista, al grupo de Negrín” y, en consecuencia e inexorablemente -un poco Más tarde, un año después, se enteró de que “el 15 de septiembre de 1947 se decretó nuevamente mi arresto”, por lo que decidió huir definitivamente a Portugal.
Fain en compañía de dos activistas republicanos Manuel López Santos y Francisco Doval Fernández (aunque el primero no consta en el registro del Consulado de México en Portugal), al llegar a las cercanías de Lisboa se encontraron o fueron detectados indocumentados por la temida Policía Internacional de Defensa del Estado (PIDE), son detenidos y trasladados al municipio costero de Eirceira, a sólo treinta kilómetros de la capital portuguesa, donde la policía y la organización Servicio Unitario han firmado un acuerdo para instalar este municipio “en régimen de residencia forzosa”. De hecho, estaban intentando conseguir documentación para poder viajar a México.
Por tanto, no consta ningún registro de ingreso no penal en Caxias, donde estuvo detenido entre abril y junio de 1948, figura como residente de Ericeira, declarándose, además, casado y enfermero de profesión.
Gracias, pues, a la intervención de la organización no gubernamental que tan bien fijó a ambos dos fuxids en Portugal, el 12 de junio de 1948, con 28 años de gastos, que le habían agobiado como lo son para 82, pero con toda una vida Antes, fue “acompañado al aeropuerto de Lisboa, para embarcar” hacia Guatemala, después de pasar por Estados Unidos y México, haciendo escala y seguido por un poste hasta entonces indocumentado, pero que se aventura no sin interesantes incidentes. resto de países sudamericanos polos que andou.
Como contraste, observemos que si Su residencia en Venezuela está documentada y que, según Wikipedia, “es la última noticia que está teñida de la situación como adivino de cierta fama en el Perú”.
No conozco los detalles, pero no puedo resistirme a desear que fuera cierto, ¡porque sería un epílogo “sublime” para una vida cinematográfica!