La crónica de las retenciones, de Brais Iglesias
¡Qué domingo ayer en la A-52, y en la N-525, en pleno funcionamiento retorno! Ocho kilómetros en tres horas es lo que recorrieron por la tarde la mayoría de quienes utilizaron la principal carretera de la provincia en dirección a la Meseta.
Todo un suplicio. Algunos afirmaron haber superado las “seis horas atrapados” en la carretera. El incendio de un camión que transportaba chocolate a primera hora de la mañana a la altura de Lubián (Zamora) derrumbó la carretera principal de entrada y salida de la provincia, provocando el cierre total de la carretera entre Vilavella y Padoronelo (del kilómetro 107 al 117) en ambos sentidos hasta la caída de la noche -a las 30.00 horas se reabrió la autovía y testigos presenciales confirmaron que el tráfico ya era “más fluido” a partir de entonces- y generó atascos de más de cuatro horas en dirección a Meseta, lo que desesperó a los conductores.
Las retenciones se extendieron a lo largo de diez kilómetros, desde el punto kilométrico 117 de Vilavella (A Mezquita) hasta A Gudiña. Principalmente en la A-52, pero también en la N-525, donde todo el tráfico quedó embolsado.
El corte de la vía a causa del incendio, unido a que se produjo precisamente en la zona de obras donde existe un “bypass” por obras (sólo hay un carril por sentido), por lo que se cortó el tráfico en Se activaron ambos sentidos y desvíos, provocando un verdadero caos vial con cientos de conductores afectados.
Todo empezó a las 6.45 horas, cuando la Guardia Civil tuvo que cortar la A-52 a consecuencia de un camión incendiado en el kilómetro 107 (Lubián), en dirección Benavente. De esta forma, se tuvo que desviar el tráfico por la salida 120, en dirección a la N-525, a la altura del término ourensano de Vilavella (A Mezquita). A primera hora de la tarde, el incendio en este camión que transportaba chocolate se reactivó debido a las altas temperaturas. La carretera volvió a quedar cortada en ambos sentidos y las retenciones se fueron acumulando.
Hubo coches que estuvieron más de tres horas y media en esta macro retención, a los que la propia Guardia Civil y voluntarios de Protección Civil les acercaron bebidas para evitar la deshidratación.
La Guardia Civil desplazó varias patrullas hasta el lugar para regular el tráfico. Diez voluntarios de Protección Civil les informaron en la rotonda del desvío para intentar evitar que algunos de ellos volvieran al atasco en lugar de incorporarse a la N-525 guiados por GPS.
Algunos conductores que salieron de Ourense a las 10 de la mañana no llegaron a A Mezquita hasta pasadas las seis y media de la tarde, según algunos afectados. Tomó tres veces el tiempo habitual. La gente salía de los vehículos para estirar las piernas desesperada porque sus coches apenas se movían.
Algunos conductores criticaron que la Dirección General de Tráfico no hubiera informado con antelación y que no hubiera habilitado desvíos “antes de enviarnos a la jaula” en la que quedó el tramo de la autovía de A Mezquita. “Hemos estado atrapados durante tres horas y media, sin comer ni beber”, Otro aseguró que “si estuvieran informados buscaría una alternativa antes”, se lamentó otro orensano, en dirección a Madrid: “De Gudiña a la Mezquita tardamos tres horas”.