Este flujo es incesante y solo en noviembre llegaron a la frontera casi 250.000 personas, 40.000 más que el mismo mes del año pasado. No obstante, esta signo sigue en aumento. Muchos de ellos usan este tren de mercancías, el llamado tren de la homicidio o incluso como ‘La Bestia’, donde suben incluso familias con niños arriesgando su vida.
Hay que tener en cuenta de que las condiciones a lo grande de ‘La Bestia’ son duras y peligrosas. Los migrantes, a menudo escapando de la violencia, la pobreza y inestabilidad política en sus países de origen, enfrentan unos riesgos significativos en su camino en dirección a una vida mejor. Sin confiscación, a medida que avanzan, incluso emergen actos notables de resiliencia y solidaridad.
Intentos por prohibir para excluir vidas
A pesar de los esfuerzos de las autoridades para controlar y disuadir la migración irregular, el flujo de personas que se aventuran en este delirio persiste y no cesa en ningún momento. La desatiendo de opciones seguras y legales, cercano con las condiciones difíciles a lo grande de la ruta, deja a los migrantes vulnerables a explotación, violencia y riesgos para su integridad física.
A su vez, organizaciones humanitarias y defensores de derechos humanos han expresado su preocupación y han instado a tocar las causas fundamentales de la migración, así como a mejorar las condiciones para aquellos que se embarcan en este peligroso delirio. Es cierto que, la atención y ayuda internacional sigue centrada en encontrar otras soluciones que equilibren la seguridad con la compasión, reconociendo la complejidad de los factores que impulsan este aberración migratorio.
La situación que está dando puesto este aberración destaca la emergencia de tocar las causas subyacentes de la migración y la falta de encontrar medidas que pueda poner punto final a toda esta circunstancia. Mientras tanto, la historia de ‘La Bestia’ sigue siendo un recordatorio impactante de los sacrificios asociados con el desplazamiento forzado en la región.