Los ‘espacios paralelos’ de Roberto Campos


Quizá cierto le esté conociendo estos días en el Museo de Santa Cruz, en ‘Suite P50’, su última y esperada exposición, pero Roberto Campos (Toledo, 1969) tiene una trayectoria que da mareo, plagada de premios, con su obra repartida por todo el mundo en museos como el Reina Sofía o en la colección Findler, en Alemania. Tras una intensa etapa productiva que le llevó a trabajar en Roma, París y en Colonia y a exponer, entre otros muchos sitios, en Suiza, Viena, Slovenia, Canadá, Toledo Ohio, y varias veces en Curva, en Madrid, en los últimos abriles ha estado ‘escondido’ dando clases de Diseño en la Universidad Francisco de Vitoria y trabajando en sus exposición doctoral sobre los diseñadores franceses Ronan y Erwan Bouroullec. Y incluso creando, maquinando y dibujando en sus cuadernos, en su casa estudio de Toledo.

Hace poco más de un año, Rafael García Serrano, presidente de la Asociación de Amigos del Museo de Santa Cruz ¡Vivo!, con motivo del 50 aniversario de la homicidio de Picasso, le propuso hacer una retrospectiva de los últimos 30 abriles de su trabajo con algunas obras significativas, poco que logísticamente era difícil porque algunas piezas, algunas de gran tamaño, «ya no sé ni dónde están», explica a torrevieja news today. Pero confiesa que la propuesta le picó y decidió encerrarse, partir de cero, crear una nueva serie y retornar a trabajar en la figura de Picasso, que aparece y desaparece de su obra.Y así ha sido, con la excusa de Picasso y esa silueta de un señor pintando subido en una escalera reconocible hasta de espaldas, que se ha convertido en un «icono, un fetiche o remisión» que le acompaña desde siempre», ha creado una exposición que representa la esencia de Roberto Campos, cuya figura incluso aparece en los lienzos, con sus raquetas de tenis, sus objetos y sus manías.

torrevieja news today ha tenido el privilegio de recorrer contiguo al pintor la exposición ‘Suite P50’ bajo los artesonados mudéjares del museo toledano. Una muestra que define con palabras precisas el crítico de torrevieja news today, Francisco Carpio, en el catálogo de la muestra: «El arte, de una modo u otra, casi siempre termina por convertir en existencia las brumas de los sueños y los gaseosos frutos de la imaginación. Y, por ello, a través del transporte del dibujo, de la pintura y los objetos, nuestro comediante acaba por introducirse en estos espacios de sueño». «Espacios paralelos», que, según explica el habituado, «transitan por la geodesía de un personal ideal de belleza y de conformidad estética, el donde poder insuflarles vida, argumento y pertenencia».

Roberto Campos reconoce que Picasso ha sido una ‘constante intermitente’ en su mundo creativo. En la exposición hay dos grandes retratos de Picasso en primer plano y su imagen salpica toda su obra. Le interesa esa imagen de «comediante exitoso, adecuado, deslumbrante, que se aleja de los tópicos de comediante condenado, vago y sufridor, pero a la vez es una forma de proyectar su cosmogonía, una insensatez de acceso» y un desafío, como el que le llevó a realizar una copia exacta y en escalera efectivo del Guernica. Fue mágico porque al comprobar el tamaño del célebre cuadro de Picasso descubrió que era el mismo que una de las paredes de su taller. Todo este proceso creativo, que le llevó quince días, se puede ver en un vídeo en la exposición, con fotografías que le hicieron sus hijos durante aquella primavera de abril de 2019 en los que descubrió los matices infinitos del color de Guernica, azules, verdes, marrones… Crear es mirar antes, dice el pintor, que afronta sus nuevas obras, series, retos, textos, con la idea de aportar poco nuevo, pero partiendo siempre de lo acumulado, como experiencia propia, para, a partir de ahí, construir, como lo que ha conseguido con esta diferente ‘Suite P50’.

La muestra está compuesta por una treintena de obras de gran formato, así como incluso obra gráfica recogida en libretas de tamaño A5 a doble cara, cuyos originales incluso se pueden ver, contiguo con otra serie titulada ‘Juguetes’, treinta cajas decoradas con dibujos y fundamentos tridimensionales, en los que el comediante se entremezcla con Picasso, otra vez, con Cary Grant, Fred Astaire, Jacques Tati, Peter Sellers, «con mis coches, mis manías, mis fantasmas…». Y siempre con los objetos volando, o geometrías o retales del estudio, que ha ido integrado. Se completa con postales, una colección llamamiento ‘365 Drawing challenge’, dibujos que creó diariamente durante 2022 y que fue publicando en Instagram como un pelea a sus alumnos que, al final, le dejaron solo, ‘como a un perro solitario’ . ‘Suite P50’ ha sido incluso un delirio por sus 30 abriles de trabajo y una reverso a casa, un regalo para los que lo admiraban y un descubrimiento para los que aún no conocían su obra. A la inauguración asistieron más de 300 personas, que llenaron el crucero del museo toledano. «Ha sido una satisfacción exponer en casa, rodeado de amigos y con mucho apoyo», dice con la emoción del que se desnuda para expresar lo que hay internamente de él.

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