Un científico español descifra los datos del acelerador de partículas y se convierte en el más buscado en Google



El físico Francisco Matorras Weining se ha convertido en el investigador más buscado en Google. Este investigador castellano del Instituto de Física de Cantabria (IFCA, CSIC-UC) ha centrado su investigación en la física de partículas. Ha sido coordinador en el gran colisionador de hadrones (CERN) en Ginebra y ha trabajado en la búsqueda del bosón de Higgs.

Francisco Matorras es, inmediato a su compañero Alberto Ruíz Jimeno, el número uno entre 123.000 científicos. Esto se debe al millar de artículos en los que aparece como autor y las más de 300.000 citas que ha generado su trabajo.

Matorras explica que, aunque aparezca en el ranking publicado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la efectividad es que su campo de trabajo es muy destacado, genera mucho interés y tiene más visibilidad que otros campos de investigación, con lo cual, otros estudios no se comparan en igualdad de condiciones. Encima, su equipo trabaja con institutos de medio centenar de países y cerca de 200 universidades, por lo que sus trabajos asimismo reflejan esas “grandes colaboraciones”.

Colisiones de partículas

El investigador montañés lleva abriles trabajando en el ampliación de sensores para estudiar el tipo de colisiones de partículas que tratan de entender los componentes más básicos de la materia. En estos momentos, está analizando e interpretando los datos de esas colisiones.

Mejorar la vida de las personas

Su objetivo es entender cómo se comporta la materia en su forma más básica. Su investigación no solo se queda aparcada en el campo de la física, sino que ha podido extrapolarse a otros campos que ayudan a mejorar la vida de la muchedumbre.

Su género de investigación ya ha desarrollado aplicaciones en el ámbito váter, como, por ejemplo, ayudando a interpretar de forma cibernética un radiografía, asimismo en medio animación e, incluso, han tratado de entender el despoblamiento a través de los datos.

“Al final, el problema matemático que hay detrás es muy similar”, explica el investigador, que añade que, con datos suficientes, casi cualquier problema se puede analizar con las técnicas que hacen él y sus compañeros de investigación.

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