El más bajo
El más bajo aconteció el pasado 19 de diciembre a pocos metros de la Costiña de Canedo. Poco ayer de las nueve de la indeterminación, los vecinos llamaron al 112 cuando vieron salir humo de una vivienda agrupación de dos plantas. M. R. P., de 42 primaveras, falleció intoxicada. Al punto que tenía movilidad a posteriori de sobrevenir sufrido un ictus, por lo que no pudo escapar, y estaba sola en casa. Una de las hipótesis que se barajaron en el primer momento señaló a la chimenea de la planta disminución, que estaba encendida y prendió en la basura que acumulaba su conviviente, un hombre toxicómano con síndrome de Diógenes. No fue el único fuego que dejó daños personales, aunque en otros de último entidad. A las 14,30 horas del día de Nochebuena, los bomberos tuvieron que intervenir en O Barco de Valdeorras por un incendio desatado en una cocina de la avenida Diputación. El humo se dispersó por las zonas comunes del edificio, de cuatro plantas. Una mujer y su hijo sufrieron quemaduras, aunque de carácter leve. Finalmente, no fue necesario trasladarlos al hospital. Otro adoquinado asimismo fue pasto de las llamas, esta vez en la ciudad. Sucedió el 23 de diciembre en la calle Vila Auténtico y provocó una intensa humareda.
Más incidencia en el rural
Donde más se han registrado estos fuegos es en viviendas rurales. Por otra parte del caso de Quintela, el pasado 24 de diciembre, las llamas consumieron el salón de una casa de Amoeiro. El origen pudo estar en una proyectil de calor, es asegurar, un sistema de calefacción. Los fallos eléctricos, como cortocircuitos o similares, son un peligro que acabó generando sendos fuegos en Bande (11 de diciembre) y en Moimenta (Cualedro, 8 de diciembre). Este postrer redujo la vivienda a cenizas en minutos. El fuego calcinó otra casa en Coira (Allariz, 15 de diciembre) y afectó otras dos en Mouriz (O Carballiño, 5 de diciembre) y Beiro (Ourense, 2 de diciembre).