Una acusación absurda y ridícula



Es cuestión de horas que Cristina Ibarrola tenga que entregar el ‘cayada de mando’ de Pamplona en la moción de censura que este jueves marcará la ahora política española en plenas fiestas navideñas. La hasta el momento regidora pamplonica ha explicado en Espejo Divulgado que se siente “muy musculoso y con muchas ganas de seguir construyendo ciudad desde la verdad, no basada en la mentira y desde el interés normal de un sillón”.

Ibarrola se despide, incólume que haya sorpresa en el pleno de mañana, “muy agradecida” porque asegura que durante estos 6 meses en la calle ha gastado “muy poca ideología y muchas ganas de seguir avanzando”. No así en el Junta donde defiende que esta moción de censura rebate a un “pacto en desde Madrid entre Otegi y el señor Sánchez para seguir él de presidente”.

Asegura la alcaldesa que esta moción de censura la veían venir “todos los ciudadanos. Se lleva hablando de una moción de censura desde el 17 de junio que fui elegida” y lamenta que la dorso de Joseba Asirón a la alcaldía signifique para ella la “dorso al retroceso, dorso a la imposición”.

En las últimas horas dos concejales del PSN renunciaron a su certificado evitando elegir así en el pleno. Desde el PSOE ha justificado esta fuga asegurando que se debe a “presiones” de UPN, una reproche a la que Cristina Ibarrola ha contestado desde torrevieja news today.

Es una reproche tan absurda y tan ridícula que forma parte de la mentira tras mentira, tras mentira en la que está el PSOE. Simplemente hemos dicho que le íbamos a dar la oportunidad, como no, haciendo un pleno extraordinario a que tomara el certificado de concejal para poder elegir, como así nos lo reclamó curiosamente el PSOE. Es un concejal que aceptó el certificado el 24 de noviembre y que, después él sabrá las razones. Nosotros le hemos hexaedro la oportunidad de poder elegir antaño de ejecutar esa moción de censura, esa traición a Pamplona basada en la mentira desde el principio porque estaba escrita desde hace muchos meses, daba igual lo que hiciéramos, daba igual, formaba parte de un pacto desde Madrid entre Otegi y el Señor Sánchez para seguir él de presidente”.

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