El año pasado, por exigencias de Loterías y Apuestas del Estado, tuvieron que adaptar el formato. “Con cada roscón, repartimos un boleto con una numeración. Nosotros nos quedamos con la matriz del boleto y la incluimos en una sarcófago de las elecciones municipales que nos cede el Consistorio de la Bañeza”, explica el patrón. El día 6 de enero se hace el sorteo delante certificador.
El año pasado el premio no se fue muy remotamente. “La afortunada fue una mujer de 85 abriles de la pueblo de Jiménez de Jamuz que había comprado el roscón el día 30 de diciembre”, asiente con satisfacción Manolo González.
Roscones por toda Europa
La actividad de esta confitería fundada en 1856 es frenética durante estos días. “Acabamos de destinar más de 800 roscones a Alemania, a Múnich, Berlín y Colonia. Además vendemos muchos en Italia y Francia”, señala González quien explica que la saldo por internet ya supone el 50 por ciento del grosor total. El confitero no se atreve a dar cifras sobre el número de roscones que venden, pero reconoce que “cada año más”.
El roscón de Reyes de nata sigue siendo el más demandado, seguido por el de crema, el que no lleva relleno o el de trufa “que cada vez gusta más”. Aunque sin duda, el más codiciado es el que este año volverá a acaramelar el fin de la Navidad con 10.000 euros a un lamerón cliente.