La emoción del embajador de Japón al ver la bandera de su país izada en un pueblo de Soria de 25 habitantes


Por esos ‘Campos de Castilla’ de la provincia de Soria que tan acertadamente contó Antonio Machado estaba Takahiro Nakamae estos días de Navidad. Y cuál fue la sorpresa del embajador de Japón en España que, de repente, ahí estaba, su apariencia no le estaba jugando malas pasadas, inconfundible, era la bandera de su país.

Lo provocativo, que donde ondeaba la enseña nipona no era ni una embajada ni consulado. Ni siquiera un edificio oficial. Y más sorprendente aún, que estaba -y está- en un pequeño pueblo de unos 25 habitantes: Gormaz.

Ha sido el propio Takahiro Nakamae quien ha transmitido a conocer en su perfil de X -antes Twitter- su «experiencia muy emotiva», como lo califica, mientras hacía turismo navideño por la provincia de Soria. «Pasé por un pueblo llamado #Gormaz . Es una pequeña comunidad, tal vez con 20 o 30 casas. En el centro del pueblo encontré una casa que izaba la bandera japonesa», recoge el embajador en su comentario en la red social.

Takahiro Nakamae no se quedó con la duda de por qué estaba ahí y qué era ese edificio que le hizo observar un poco más cerca de su país cuando transitaba a cerca de 14.000 kilómetros de Tokio.

Así que, como él mismo cuenta en un post, se bajó del coche y, pie en tierra, descubrió que «ahí desde 2019 se sigue conmemorando la entrevista de un colega nuestro de la embajada en el albergue municipal». Sí, el edificio en el que la bandera de Japón comparte protagonismo en un mástil adjunto a la de la provincia de Soria es el alojamiento para dar acogida a los peregrinos que hacen al ruta de los Caminos de Santiago ‘El Cid’.

Una placa que asimismo fotografió el embajador y ha compartido en X recuerda esa estancia que en Gormaz no olvidan. «El albergue municipal de los Caminos de Santiago «El Cid» acogió por primera vez el 11 de mayo de 2019 al señor ministro de la Embajada de Japón en España», recoge el cartel en la frente del inmueble.

«El señor Kaoru Shimizu estuvo acompañado por su grupo y amigos. Fueron recibidos por los vecinos de la villa de Gormaz, los cuales agradecen la entrevista de tan insignes invitados», prosigue la placa.

Del paso de Takahiro Nakamae por Gormaz no hay retentiva oficial, aunque él se ha encargado de inmortalizar su estancia. «Mi entrevista fue personal y efectuada sin aviso, por lo que se sabe que en este pueblo siempre se celebra así nuestra amistad», añade en otro post en su perfil en la red social.

El embajador continuó trayecto, sin dejar de hacer fotos y hasta un vídeo en el que se le ve mostrando la «suntuosa fortaleza califal» de Gormaz, mandada contruir por el califa Al-Haquem II a finales del siglo X, y aplaudiendo con los correspondientes iconos y el marca turístico de la Comité «Castilla y Arrojado es vida».



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