Esta moción ha sido calificada por el PP como la de “la indignidad” y el acuerdo entre Bildu y PSN como el “pacto encapuchado” todo para ellos asegura a un plan trazado en Moncloa, no ahora sino ya hace meses además como contrapartida del apoyo que los abertzales prestaron para la investidura de Pedro Sánchez.
Si sale delante la moción de censura, Joseba Asiron, volverá a tener la alcaldía como ya ocurrió dos legislaturas ayer. En su gobierno entrarán ediles de Bildu, de Geroa Bai y de Contigo-Zurekin pero no del PSN, que pese al apoyo renunció a participar directamente en la gobierno de la ciudad.
Cristina Ibarrola será desplazada de su cargo solo 6 meses a posteriori de asumirlo con los 9 votos de su partido y los 2 del PP, pero durante todo este tiempo ha chocado con un tapia de los 16 diputados de la examen, que en junio no alcanzó ese objetivo global de unirse pero ahora parece que sí, claro está no exento de críticas tanto desde Navarra como de la esfera doméstico.
A las críticas se suma la renuncia de dos concejales socialistas que según el PSN asegura a las “presiones” a las que los habría sometido UPN. En concreto estas dos ‘fugas’ corresponden al concejal que iba a sustituir a Elma Saiz, hasta hace poco portavoz del género municipal y ahora ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y la futuro en la relación, aunque en este caso la renuncia asegura a asuntos laborales.
No será hasta un próximo pleno cuando el género municipal socialista recupere sus cinco ediles, si adecuadamente la desaparición de uno de ellos no hace peligrar la mayoría prevista para investir hoy a Joseba Asiron.
Las diferencias en el salón de Plenos se trasladarán además a la calle, donde se han convocado manifestaciones y concentraciones de uno y otro signo para expresar el apoyo a los afines, si adecuadamente las recreo navideñas de la ciudadanía y el relativo parón en las instituciones hace impredecible la repercusión.