Según la sentencia dictada por la Audiencia de Alicante, el hombre contiguo a un conocido se percataron de la presencia de dos jóvenes de 14 y 16 abriles en un solar, se acercaron a ellos premeditadamente y se hicieron tener lugar por policías. Usando la excusa del cacheo en exploración de drogas, los procesados se identificaron como agentes y les preguntaron por la presencia de estas sustancias. El primer beocio lo negó y extrajo su documentación y su teléfono móvil para enseñarlo. El hombre le dijo que se bajara los pantalones y que colocase los brazos en cruz. Seguidamente, el imputado introdujo la mano bajo la ropa interior y según dicta la sentencia “le manoseó los genitales”.
El segundo imputado, concomitante del primero, hizo poco parecido: le preguntó al segundo beocio si la condena que llevaba era de oro y le tocó los genitales simulando, de nuevo, un cacheo. Entreambos menores, en ese momento, “no sospecharon que el tocamiento tuviese un significado sexual”, según la sentencia.
Seguidamente, las víctimas presentaron la denuncia y el tribunal ha valorado los testimonios y aseguran que no tienen motivos para querer perjudicar a los dos acusados. Adicionalmente, uno de ellos, en el sumario, asegura que los tocamientos a los que fue sometido “no revistió carácter sexual”. Por ende, la sentencia absuelve así al segundo de los acusados del delito.
El primer mancebo, encima de ver a su abusador en la mazmorra, tendrá una orden de alejamiento de 300 metros.
Extralimitación con excusa profesional
Esto no es la primera vez que pasa, y es que a pesar que los dos acusados anteriores no eran policías de verdad, en otros oficios, además se han transmitido diferentes casos de despotismo sexual por parte de profesionales. Es el caso del fisioterapeuta condenado a 28 abriles de mazmorra por extralimitarse sexualmente de 10 mujeres.