—Permítanme hacer un sucinto oscilación de 2023, que necesariamente viene afectado por lo que sucedió el 28M, donde los madrileños dieron un mensaje al conjunto de España, de la falta de construir mayorías alejadas de la radicalización, la polarización y la crispación. Una alternativa clarísima frente a las políticas del sanchismo.
El día previo, la presidenta madrileña empezó musculoso: «El oscilación político del año 2023 se resume en que un Gobierno de ultraizquierda ha tomado el poder para derretir la Constitución», dijo Ayuso en la Positivo Casa de Correos, en un discurso de media hora que se solapó con la conferencia en La Moncloa de Pedro Sánchez. Por su parte, Almeida ha destacado la indeterminación de las elecciones de mayo, su «mejor memoria» de 2023, que determinó «que es posible tener gobiernos con mayorías fuertes, gobiernos desde la centralidad, la moderación, que no estuvieran condicionados por ningún extremo, por la derecha ni por la izquierda».
A posteriori de la última Juntura de Gobierno del año, el corregidor de la caudal ha trillado uno de sus mantras: «Madrid, sin zona a dudas, está en el mejor momento de su historia». «Nunca habíamos tenido la repercusión doméstico e internacional ni la relevancia universal que tiene la ciudad, nunca habíamos tenido una situación económica en que fuera tanta la diferencia respecto de Cataluña en términos de PIB, de creación de riqueza y de empleo», ha desgranado. Almeida ha vuelto a rememorar que el municipio cumple por segundo año consecutivo con los límites de emisiones de dióxido de ázoe marcados por la Unión Europea, los «mejores registros de calidad del clima de la serie histórica». Son los niveles más bajos desde 2010.
Frente al «tsunami fiscal» de Sánchez
Remotamente de los ataques de Ayuso a los socios de Pedro Sánchez, Almeida ha preferido marcar distancias con el presidente del Gobierno en el ámbito de los impuestos. «Frente al tsunami fiscal, frente a la voracidad y la codicia recaudadora de Pedro Sánchez, nosotros tenemos un maniquí diferente, que es la mejor aval de los servicios públicos, pero todavía con una descendimiento de la presión fiscal». Desde que Almeida tomó el estaca de mando en Cibeles, el Consistorio de Madrid ha limitado los impuestos en unos 800 millones de euros, mediante rebajas del IBI (Impuesto sobre Caudal Inmuebles) y otras tasas municipales.
En cuanto a proyectos concretos, el corregidor ha señalado que «ya están ejecutadas o iniciada su ejecución» 202 de las 280 medidas recogidas en el software electoral que el PP presentó para el 28M, como la creación de las patrullas antigrafiti, en marcha desde principios de noviembre, o los primeros pasos del nuevo Plan de Fomento a la Demografía. Sus políticas de vivienda, ha dicho, han «desbloqueado» los desarrollos del sureste y reforzado la posición de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS). De cara a 2024, Almeida ha recordado los dos grandes proyectos que se licitarán en los próximos meses, el soterramiento de la A-5 en el paseo de Extremadura y el cubrimiento de la M-30 al sur del puente de Ventas.
Pegado a su mano derecha, la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, el regidor ha terminado su oscilación con un «agradecimiento» a los madrileños, «al viejo activo que tenemos en esta ciudad», los 3,3 millones de personas «que son la causa última que explica el auge que vivimos».
—Vamos a seguir trabajando con plena devoción a nuestro maniquí constitucional de convivencia, alejándonos de la radicalización, de la polarización y del integrismo de Pedro Sánchez. Nunca vamos a charlar de muros; vamos a charlar de puentes, de caminos compartidos, de futuro.
A posteriori de la ronda de preguntas, amoldonado ayer de que se apagaran los micrófonos, Almeida ha anunciado que asumirá la portavocía municipal para descargar a la vicealcaldesa de sus múltiples funciones. «Asumiré personalmente y a partir de este momento la condición de portavoz». Las risas han sido casi inmediatas. Atinado Día de los Santos Inocentes.