La negativa de Mauritania obliga a la Guardia Civil a llevar a Senegal a los 168 migrantes que rescató


La patrullera Río Tajo de la Guardia Civil ha zarpado de Mauritania y se dirige al puerto de Saint Louis, en Senegal, para desembarcar allí a los 168 migrantes que rescató de una patera en alta mar la semana pasada y a los que Mauritania no ha dejado entrar. Desembarcar, según informan a torrevieja news today en fuentes oficiales.

El barco llevaba cuatro días fondeado en la bahía de Nuadibú a la espera de que se destrabaran las negociaciones, en las que también ha intervenido la agencia europea de control de las fronteras exteriores, Frontex. El Ministerio del Interior, de hecho, confió el domingo en una pronta resolución de la situación, dadas las “excelentes” relaciones entre España y Mauritania en materia de inmigración.

Todo, después de que el sábado se registrara un intento de disturbio en la patrullera que motivó a un agente de la tripulación a realizar “dos o tres” disparos al aire a modo de disuasión, ante la tensión suscitada en parte de los rescatados ante la perspectiva de encontrarse en Mauritania. y no de camino a Canarias, como era su intención.

Según las fuentes consultadas por este diario, los acuerdos bilaterales con Mauritania consisten, por un lado, en que el país africano refuerce el control de sus fronteras para evitar que zarpen barcos con destino a Canarias -este año son cinco frente a los 55 del año pasado, con datos de Interior-, y, por otro lado, acepta la devolución de los interceptados por las patrulleras españolas o conjuntas que hayan abandonado su territorio.

En este caso, el río Tajo, que está estacionado en esta zona del continente africano, regresaba de Canarias cuando embistió la embarcación, que iba sobrecargada y en la que había claro riesgo de naufragio. Rescató a sus 168 ocupantes y se dirigió a Nouadhibou porque, según el derecho marítimo internacional, el lugar de desembarco es siempre el puerto seguro más cercano. Era el mauritano.

Sin embargo, la Gendarmería local no lo vio así: se negó a permitir la llegada de las 168 personas a su territorio porque no habían sido interceptadas por una patrulla conjunta, ni eran mauritanos ni habían abandonado su país. Consideran así que no están obligados por ningún acuerdo que les vincule, a pesar de la legislación marítima internacional, según las fuentes consultadas.

Días de travesía

Finalmente, la solución articulada ha sido el trasvase del río Tajo hasta el puerto de Sant Louis, lo que supondrá varios días adicionales de travesía. Este fin de semana, las asociaciones profesionales de guardias civiles Jucil y Augc calificaron de insostenible la situación en el barco, sin capacidad ni medios para tal aforo. Ahora temen que teniendo como destino Senegal, punto de partida de gran parte de los migrantes, la tensión a bordo vuelva a escalar.

En el Ministerio del Interior, consultados por torrevieja news today, afirman que la situación está “tranquila”, siendo los inmigrantes ya conscientes de su nuevo destino. También valoran los esfuerzos de la tripulación del Río Tajo para asistir a los migrantes: desde desplegar lonas a modo de toldos en cubierta hasta articular un sistema que este lunes les había permitido llamar por turnos a sus familiares. También afirman que la patrullera ha recibido suministros que han permitido alimentar a todos sus ocupantes.

Según las fuentes consultadas en Jucil, a bordo del río Tajo viajaban una veintena de efectivos de la Guardia Civil, más ocho agentes de refuerzo que ya embarcaron en Mauritania y cinco civiles.

un cambio de rumbo

Que el río Tajo se haya dirigido hacia Senegal es una situación inédita desde hace más de 15 años, cuando las tensas negociaciones y la firma de un acuerdo permitieron al pesquero español Marine I desembarcar en sus costas a 370 personas a las que previamente había rescatado del mar. .

Corría el año 2007 y en aquella ocasión, los inmigrantes, que llevaban casi dos meses a bordo del pesquero cuando éste se averió camino a Canarias, pasaron una semana más en el barco, averiado y fondeado a 15 millas de la costa mauritana. costa, hasta que se resolviera el asunto. situación.

Desde entonces, Mauritania no ha planteado ningún problema con el desembarco en sus costas de migrantes rescatados en sus aguas o cercanas, aunque es habitual que se trate de pateras que han abandonado su propio territorio.

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