Como ocurre todos los inviernos, comienza a encontrarse ya una «longevo circulación de los virus de la resfriado». Una situación de «normalidad» y con una incidencia de 134 casos por 100.000 habitantes la semana pasada que queda muy «acullá» del pico tocado en la temporada 2004-2005, cuando se alcanzó el ‘récord’ de 3.000.
De ahí que desde el Centro Doméstico de la Resfriado, dirigido por el doctor José María Eiros, se llame a la tranquilidad y se hable de que la situación flagrante es «poco habitual» en el «contexto de flujo». Y es que la incidencia registrada en estos días se considera sanitariamente interiormente de ese término, pero «aún hay beneficio para ir subiendo y eso no nos inquieta», ha obligado el todavía principal de Microbiología del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid.
«En la semana 52 del año estamos en un comienzo que es epidémico en la mayoría de las comunidades, pero es poco habitual en el contexto de una flujo de resfriado«, ha indicado Eiros, quien ha explicado todavía que fruto de los disección del comportamiento del virus a lo abundante del tiempo »se sabe« que las epidemias de este virus duran «entre 12 y 16 semanas», pero el «pico mayor es muy variables» porque «no hay epidemias iguales».
«Ahora mismo lo que hay que difundir es un mensaje de sensatez«, ha insistido, tras memorar que la resfriado afecta especialmente a los niños más pequeños, a los mayores de 80 abriles y a las personas con «otras enfermedades de pulvínulo» que inmunodeficiencia.
El virus que está circulando es el tipo A H1 y los síntomas son «una afectación del estado común importante», « dolores musculares, articulares y de habitante» , «tos» y que causa «cansancio» con un periodo de incubación de entre «uno y cuatro días».
Por ello, ha llamado a la inoculación porque es la «medida más capaz» para la prevención es la inmunización y «aún» se está a tiempo de ampararse en presencia de el virus en esta campaña. «Es el mejor momento», ha considerado