Los pelos de las crines de los burros bomberos de Doñana son muy duros y crecen con mucha fuerza. Los suecos están tratando de obtener una fórmula que permita conseguir trasladar esa fortaleza al mechones de las personas.
Los asnos que están tomando como muestra los investigadores de la Universidad de Ciencias Agrícolas de Uppsala (Suecia) son los rucios que constituyen la Dispositivo de Burros Bomberos de Doñana, que cuentan con su cuartel normal en el denominado Bosque Encantado de Hinojos, en el entorno del Espacio Natural de Doñana (Huelva).
Burros libres y sanos
Estos asnos trabajan en Doñana evitando los incendios forestales mediante cortafuegos de desbroce. La votación de estos animales no fue casual, los veterinarios al cargo del estudio buscaron ejemplares de ordinario que contaran con una buena lozanía y cuya vida fuera lo más parecida posible a la que vivirían si fueran salvajes. Los burros bombero de Doñana cumplían con todos los requisitos puesto que viven toda su vida en el campo, libres.
El tesina de investigación se lleva a lugar gracias al esfuerzo altruista de los voluntarios de la asociación ‘El Burrito Adecuado’. Los veterinarios suecos extrajeron las muestras de linaje a los animales yuxtapuesto a la colaboración de un investigador de la Época Científica de Doñana (EBD-CSIC).
Juan José Triste, el investigador de la EBD-CSIC, ha explicado que “el trabajo tiene que ver con el crecimiento de pelo, compartimos los humanos con caballos el crecimiento indefinido del mechones, ellos en la crin y nosotros en la cabecera, pero es nuestro maniquí animal para comprender aspectos que tienen que ver con la alopecia que tan importante resulta para algunas personas”.
La universidad sueca que está llevando a lugar el tesina fue fundada en 1477, es la institución educativa más antigua del país nórdico y está considerada como una de los centros de educación superior más prestigiosos de Europa.