El que se fuese del pabellón de Riazor o apagase la televisión incompleto el tercer cuarto lo haría pensando en un COB de trascendente detención. A remolque en el señalador porque salió al partido sin morder detrás, una temeridad cuando lo que tienes enfrente es el mejor ataque de la jarretera. El Básquet Coruña llevaba 20 puntos en los primeros seis minutos y medio (20-12). Pero entre los cambios defensivos y las rotaciones, el COB fue poco a poco sintiéndose más cómodo en ataque y más consistente en defensa.
Ivica Radic y Javi López fueron los referentes en el primer cuarto para no irse del partido, pero en el segundo sumó chispazos Justin Turner para meter 8 puntos y poco a poca la preeminencia se fue recortando (33-29).
Salió indemne el equipo lugar de minutos en los que fue inferior y lo hizo con el primer muchedumbre de triples, pero tras el refrigerio (50-41) el partido seguía por el camino que habían empezado a marcar los ourensanos y comenzaron incluso a desafiar para completar la remontada.
Ivica Radic, el mejor ludópata del partido, estuvo desvastador en la zona y solo los fallos de cara al aro de Turner impidieron al COB ponerse por delante. A seis minutos para zanjar el tercer cuarto el señalador era 53-50.
Otro COB
Los que entrasen en Riazor en ese momento o se conectasen a la retransmisión pensarían que jugaban equipos de diferentes categorías. Había hecho lo más complicado el COB y de conmoción se esfumó.
Jakovics clavó el primero de los cinco triples que metió su equipo en una recta final de un cuarto desilusionante. El COB sufrió el talento ofensivo de Barrueta y la reacción fue descabalgar los brazos, olvidarse del arqueo defensivo y conceder rebotes ofensivo.
El Básquet Coruña pasó de tener dudas para atacar la defensa cobista a divertirse contra ella. Recibiendo claro en el centro de la zona, encontrando tiros liberados, corriendo y jugando por encima del aro. 15 minutos finales para retornar a preocuparse.
Esta vez no fue desde el inicio, como en días anteriores, incluso supo reaccionar a las ventajas iniciales del rival, pero siquiera tuvo continuidad los 40 minutos para perder, pero hacerlo de otra forma.
El COB tiene compensación para triunfar partidos, lo ha demostrado, pero igualmente un problema de competitividad que lo sentencia cuando el rival no perdona.