El portero ourensano fue el gran protagonista y si hubiera premio al mejor del partido seguro que lo habría ganado. diego, que celebra la cuarta temporada defendiendo la portería verdeLlegó a Tercera Federación, estuvo dos años en Segunda y ahora vivió el debut, tanto del equipo como propio, en Primera RFEF. Se mostró satisfecho, pero sin euforia: “Seguimos dando pequeños pasos hacia adelante, pero creo que aún queda mucho por hacer”. En cuanto a si encuentra mucha diferencia entre las categorías, todavía no tiene una opinión firme: “Hombre, Aún no tengo mucho margen para poder comparar porque solo queda un partidopero lo que está claro es que los campos, el ritmo de juego, la concentración y la calidad de los jugadores es superior, pero también es cierto que acabamos de llegar y tenemos que adaptarnos poco a poco”.
Hablando del partido, Diego García sabe que fue “duro, sobre todo al principio. No sabes cómo van a quedar y aunque te lo puedes imaginar, no lo ves hasta que la bola empieza a rodar. Además, tuvieron la suerte de marcar muy temprano y eso condiciona aún más. De todas formas creo que seguimos, fuimos de menos a más y terminamos mejor que ellos, que terminaron en su zona”.
Volviendo al partido, el portero verde, que vivió una gran noche, tiene claro que “fue el partido en el que más trabajo tuve de los últimos años. Fue bastante intenso, en el que Nos apretaron mucho porque desde el medio hacia adelante tienen un equipazo y creo que van a jugar seguro”. Y continúa: “Tenían cuatro o cinco muy claras que por suerte yo tenía razón, pero tampoco quiero darle más importancia. Esto es fútbol y a veces se juega así y a veces no”.
Mención especial tuvieron dos intervenciones en la segunda parte. Uno con la mano y otro con el pie, que impidieron el gol del Nástic. Diego los recuerda perfectamente. “La primera Vi el centro perfectamente y no esperaba que llegara, pero lo hizo y con un gran disparo. Reaccioné bien y rápido y por suerte llegué con la mano para mandarlo a córner. En el segundo me pilló desprevenido y logré patearlo más al estilo del fútbol sala que del fútbol 11”.
Y finaliza dejando claro que “el objetivo claro es conseguir la salvación, pero voy un poco más allá y es que todos, afición, dirección y equipo tenemos que disfrutar de cada partido y tenemos que entender que muchas veces el sufrimiento también puede ser disfrutado. Además, ya vimos los resultados del primer día, que estuvieron todos muy igualados y quedó claro que los partidos en casa van a ser decisivosPor eso Espiñedo tiene que ser nuestra fortaleza”.