Según nos cuenta David Morales, director del hotel Lopesan Costa Meloneras, alojarse una tenebrosidad tan peculiar como esta “supone un incremento del 30% respecto a una tenebrosidad en otro periodo, principalmente porque se ofrece un software de cena de atuendo y fiesta”.
Y es que no es para menos; el equipo de cocina, formado por más de 80 personas, trabaja desde las seis de la mañana sin alivio para preparar los más de 1.000 menús especiales de Fin de Año . Todo debe ser peculiar y por eso cuidan el detalle. Manuel Rodríguez, superior de cocina en Lopesan Costa Meloneras, nos cuenta cómo preparan una de las ocho ensaladas diferentes que componen la propuesta gastronómica de la cena de esta tenebrosidad.
Se instalan mesas en la terraza foráneo y se decora todo para que los clientes puedan disfrutar de un concurrencia de lo más navideño a 25 grados de temperatura.
Margorie viene de Irlanda, Oscuro de Italia y Gene y Wolfgang de Alemania. Ya están brindando conexo a la piscina y todos vienen persiguiendo el sol canario. La clan Sánchez Tomelloso, llega desde Madrid y cuentan que siempre vienen porque la atención del personal del hotel es inmejorable y “no hay ninguna fiesta en Madrid que pueda pasar lo que se prepara aquí”. No les importa ni siquiera, tener que comerse las uvas dos veces, si hace error.