Bum de usuarios en el comedor social de Ourense



El 2023 no fue un año sencillo para las entidades sociales. La resaca de la pandemia, sumada a la pleito de Ucrania y al encarecimiento generalizado de los precios de los alimentos han pasado recibo a la población ourensana. Medios como el comedor social de Cáritas en la ciudad están desbordados desde hace meses, luego de que las atenciones diarias casi se hayan triplicado en el final año. Si en diciembre de 2022, la entidad repartía 250 raciones diarias, actualmente reparte una media de 600

El bum de usuarios provocó que el presupuesto previsto por Cáritas se agotase ya en los meses de verano, siendo necesario desviar fondos de otras áreas para fijar la cobertura de la demanda. Cerca de destacar que este es el único comedor social que existe en la ciudad, por lo que desde la entidad social miran a las administraciones en búsqueda de ayuda y recuerdan que son los gobiernos los que tienen la obligación de cubrir las evacuación alimenticias de la población. Las instalaciones de Cáritas están pensadas para atender a un mayor de 200 comensales, una tercera parte de la número coetáneo. En esta columna, desde la entidad temen no poder seguir haciendo frente al incremento de la demanda de la población en un futuro a medio-largo plazo.

En cuanto al perfil de las personas que acuden al comedor, en el final año se ha disparado el número de usuarios que cuentan con ingresos. En su mayoría son familias con hijos que, pese a percibir un salario, no pueden cubrir sus evacuación básicas. Hasta ahora, el perfil más habitual era el de personas en aventura de excepción severa

El aumento de las evacuación de Cáritas incluso ha motivado diversas campañas benéficas a lo espacioso del año, de asociaciones sociales que han querido aportar su roca de arena en estas circunstancias tan difíciles. En la época navideña, como ya es tradición, entidades como Amencer o el Rotary Club han realizado aportaciones de alimentos. 

La solidaridad de la población ourensana se mantiene, pese a la situación económica, aunque disminuya la cantidad de donaciones. De hecho, la Operación Quilo de Amencer cerró este 2023 con una tonelada y media menos de alimentos recogidos en comparación con las cifras de 2022. Desde la asociación jovial achacan la caída de las aportaciones a la inflación generalizada pero ponen en valencia que la población siga haciendo aportaciones, aunque sean menores, para que todas las familias disfruten de la Navidad.

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