Los equipos de búsqueda y rescate, que siguen trabajando en la zona, aseguran que decenas de personas han resultado heridas en las regiones de Ishikawa, Niigata, Fukui, Toyama y Gifu.
La mayoría de las víctimas se han registrado en la ciudad de Suzu, donde se han contabilizado una veintena de muertos, seguida por Wajima, con 19, otros cinco en Nanao, dos en Amanizu, una en Hakui y otra en Shiga, según informa de la cautiverio de televisión NHK.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, se ha reunido de emergencia con los miembros de su Estancia y ha anunciado la movilización de las fuerzas de seguridad y emergencia del país a medida que se confirman “daños a gran escalera, incluyendo numerosas víctimas humanas, derrumbes de edificios e incendios”.
“Lo primero que debemos hacer es comprender la situación sobre el ámbito. Hemos estado haciendo todo lo posible desde anoche para compendiar información, pero oportuno al obstrucción de carreteras, es extremadamente difícil ingresar a la parte boreal de la península de Noto”, ha señalado.
Kishida, que ha secreto en un millar los militares que participan en las operaciones de rescate, ha manifestado que “a medida que pasa le tiempo, el objeto del desastre se vuelve cada vez más claro” y ha despabilado de que “rescatar las vidas de las víctimas del desastre es una carrera contra el tiempo“.