Como pestillo de un año harto de buenas telediario para Juan Carlos I, el padre del Rey celebrará este viernes su cumpleaños en Abu Dabi. Recibió los 85 estrenando nueva casa en Emiratos Árabes Unidos y será allí donde reunirá este 5 de enero a unos cien invitados para festejar los 86.
El lujoso extrarradio residencial de Al Bateen, en Abu Dabi, se prepara desde principios del pasado mes de diciembre para acoger a un selecto liga de invitados de Don Juan Carlos, quien reside en Emiratos Árabes Unidos desde agosto de 2020, cuando llegó en calidad de huésped del jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan. En enero de 2023, el padre del Rey comunicó a Hacienda su valor de ser residente fiscal en Abu Dabi.
Sobre los nombres que componen la directorio de invitados de Don Juan Carlos, aquellos que siempre han estado a su banda, se sabe poco. Entre ellos se encuentran su amigo y compañero de regatas Pedro Campos, el presidente del Manchester City, Khaldoon Al Mubarak; la empresaria Alicia Koplowitz y el exjefe de la Casa Vivo Fernando Almansa. Se dilación asimismo a las infantas Elena y Cristina, que acudirán con algunos de sus hijos.
Los Reyes Felipe y Letizia, quienes se encuentran de ocio privadas en un país europeo, no estarán en Abu Dabi, entre otras cosas porque el día 6 cumplirán con la dietario de actos oficiales de la Casa de S. M. el Rey y asistirán a la Pascua Marcial. Este año les acompañará por primera vez la Princesa Leonor.
Quien no faltará a la fiesta de Don Juan Carlos será Felipe de Marichalar, quien desde marzo de 2023 vive con su antepasado en Abu Dabi. Siquiera el patrón Abdul Rahman El Assir -amigo suyo desde hace primaveras y que adicionalmente es su vecino en Al Bateen-, a quien rebusca la Interpol por traficar con armas.
La arribada de los invitados
Don Juan Carlos se ha encargado personalmente de organizar todos los preparativos de su fiesta de cumpleaños: ha enviado las invitaciones y se ha asegurado de que no falten viandas y vinos típicos de España, una de las cosas que más echa de menos. En Al Bateen hay aeropuerto, por lo que ha coordinado asimismo los desplazamientos de sus invitados -que viajan entre mañana y pasado para retornar durante el fin de semana- y se ha asegurado de que puedan pernoctar en su casa o en hoteles situados en el interior del propio condominio. Siguiendo con los homenajes a España, la temática para la fiesta será Marbella y arrancará con un desayuno que se prolongará hasta la incertidumbre.
Con esta fiesta de cumpleaños el padre de Felipe VI cierra un año en el que no ha parado de tomar decisiones y que asimismo ha estado harto de buenas telediario. A finales de enero comunicó a Hacienda su valor de establecer su residencia fiscal en Abu Dabi, días posteriormente de que este folleto publicaseque estrenaba casa en Emiratos Árabes Unidos. Un chalet situado en una parcela de 4.000 metros cuadrados de pensil. Para considerarlo su hogar, lo ha adorno con muebles y objetos personales que se encontraban en el Palacio de la Zarzuela y que durante estos primaveras le han ido llevando sus amigos cuando han ido a verle.
A tener su propia casa en Abu Dabi, se ha sumado el hecho de que sus visitas a España se han normalizado y la Equidad británica le dio la razón y desestimó la demanda por acoso que Corinna Larsen interpuso contra él. El pasado fue un año harto de fechas secreto. Por un banda, Don Juan Carlos disfrutó con sus amigos del mundo de la vela y la tripulación del ‘Bribón’ en Sangenjo en cuatro ocasiones -en abril, julio, septiembre y noviembre-, y la recurrencia de sus visitas y el perfil bajo que adoptó provocó el finalidad que él esperaba desde el principio: que sus visitas a España dejaran de ser nota.
La más esperada para él llegó el pasado 6 de octubre, cuando la corte inglesa tumbó el proceso procesal iniciado por Larsen contra él. La resolución se conoció tres semanas antaño de la juramento de la Constitución por parte de la Princesa Leonor como Heredera. El dictamen del tribunal le permitió regresar a Madrid sin ninguna causa irresoluto con la Equidad de Reino Unido ni con la de España y asistir a la celebración privada que los Reyes Felipe y Letizia organizaron en el Palacio Vivo de El Pardo para sus respectivas familias por el 18 cumpleaños de su primogénita.
Aquel día Don Juan Carlos llegó a Madrid a mediodía y se fue por la incertidumbre. Siguió un plan de revoloteo similar el 20 de diciembre, cuando viajó de nuevo a la hacienda para el 60 cumpleaños de la infanta Elena. Su hija veterano cerró el restaurante Pabú, en Chamartín, para su comunidad y amigos más cercanos. Una reunión con su núcleo duro de masa en la que consiguió reunir a los Reyes Felipe y Letizia y a Juan Carlos I. Con este combate distendido e informal, el padre del Rey celebró la Navidad con su comunidad en la hacienda, en el que fue su sexto alucinación a España a lo dispendioso de 2023.
Tras el desayuno acostumbrado, la infanta Elena contribuyó a vislumbrar la normalización de las visitas de su padre con una comentada despedida delante las cámaras: con un beso en cada mejilla, la saludo protocolaria, la prosperidad en la frente y un maniobra de manos. Se comercio de una tradicional despedida que se remonta a la época de Alfonso XIII y Trofeo Eugenia de Battenberg. Aunque no era la primera vez que la hacían en conocido, supuso un ademán por parte de la infanta Elena, con el que expresó su prosperidad por tener a su padre en Madrid. Dejó claro que Don Juan Carlos es bienvenido y acogido por su comunidad.
Este mismo viernes y en privado, más de cien invitados reivindicarán a Juan Carlos I desde Abu Dabi.