El pueblo de 29 habitantes de Guadalajara que podría albergar la mayor piscifactoría de salmón del sur de Europa


Aunque suene paradójico, son numerosos los pequeños municipios de eso que se ha venido a apetecer la España vaciada, que remotamente de cobrar población y empresas con mano de obra estable, se están llenando de alimañas. Y no de fauna silvestre precisamente, sino de animales que, en varios casos, multiplican por mucho a los vecinos de esas localidades, que se crían hacinados en granjas sin el último respeto por el medio medio ambiente y consumiendo cantidades ingentes de agua.

De sobra es conocida la lucha de muchas comarcas despobladas de Castilla-La Mancha, sobre todo de Cuenca, la provincia más castigada por este problema, contra las macrogranjas porcinas cerca de núcleos urbanos, con las consecuencias medioambientales que ello tiene. Pero, más allá de las grandes explotaciones de reses intensivo de cerdos y de vacas en otros puntos de la región, en el postrer año hay un tesina de este tipo que ha sorprendido a propios y extraños por tratarse de un animal que cero tiene que ver con Castilla-La Mancha y que es uno de los productos hado de las comidas navideñas.

Hace más de un año, en concreto el 25 de octubre de 2022, cuando el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) publicaba una orden mediante la cual el Gobierno autonómico declaraba como tesina prioritario la construcción y puesta en marcha de una piscifactoría para la cría y comercialización de salmón en tierra en la población de Valderrebollo (Guadalajara), ubicada en otra de las zonas más castigadas por la despoblación.

Este pequeño pueblo de La Alcarria, situado a cientos de kilómetros del mar, que cuenta tan sólo con 29 habitantes censados, según los datos de 2023 del Instituto Franquista de Estadística, sería la ubicación elegida para tener esta instalación que, en palabras del mismo presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, será «la viejo del sur de Europa» y permitirá que a partir de ese momento haya «salmón de Castilla-La Mancha».

La piscifactoría, que corre a cargo de la empresa Cold Water Madrid, según se puede ojear en la orden publicada en el DOCM, prevé la inversión de 36,8 millones de euros y la engendramiento de 30 puestos de trabajo directos, lo que supondría doblar la población de Valderrebollo. Con su confesión como tesina prioritario, se decía, «se beneficiará de un ámbito de tramitación preferente, así como de la agilización y simplificación administrativa que se establece en la Ley, con el fin de fomentar e incentivar las iniciativas empresariales que atraigan inversiones en sectores económicos considerados estratégicos para Castilla-La Mancha».

Encima, se hacía hincapié en el valía añadido que supone el tesina en Valderrebollo, «por su singular relevancia para su impulso financiero, social, y territorial, y adicionalmente ser una diligencia que resulta ambientalmente sostenible». Esta confesión, se añadía, «supone, por parte de la empresa, el compromiso de contribuir a la engendramiento de empleo, en términos de puestos de trabajo fijo a trayecto completa; y supone asimismo el compromiso de cumplimiento en lo relativo a los plazos y al tamaño de la inversión».

«No hay cero de cero»

Sin retención, en el municipio, hasta la plazo, no han tenido noticiero de la viabilidad de esta piscifactoría que, pese a la grandeza de las declaraciones del presidente García-Page y a su confesión como tesina prioritario, está llena de interrogantes. En primer ocasión, tanto la Consejería de Ampliación Sostenible como la alcaldesa, María del Carmen Martínez Mayoral, reconocen a torrevieja news today que «no hay cero de cero» en relación a esta instalación, aunque la valoran de forma positiva para el futuro del pueblo.

Valderrebollo ya contaba con unas instalaciones para la cría de truchas, que sería donde en principio se construirían el criadero de salmones. Este diario ha intentado contactar con los responsables de la nueva empresa de acuicultura que desarrollará el tesina, pero ha sido inalcanzable. Cold Water Madrid S.L., a pesar de su nombre, es una entidad con caudal suizo situada en la calle Paraires, número 34, de Palma de Mallorca. Pero, más allá de su dirección, en internet no aparece ni un teléfono ni un correo electrónico de contacto.

La cría de salmones es conocida por los pingües beneficios económicos. De hecho, entre los jóvenes más ricos del mundo, según la cinta Forbes, se encuentra Gustav Magnar Witzoe, noruego que, con 29 abriles y con una riqueza valorada en 2.700 millones de euros, recibió hace una división de su padre la medio de SalMar, una de las productoras de salmón más grandes del mundo.

Una actividad que no está siquiera exenta de polémica. Son numerosas las críticas que recibe desde grupos ecologistas y científicos, que informan de que los salmones de finca, tras salir y ser criados inicialmente en piscinas de agua dulce, siendo alevines son trasladados al mar donde son engordados con grasa y harina de pescado, confinados en inmensas jaulas flotantes donde conviven toneladas de peces, cuyas heces acaban en el fondo, mezcladas con los restos de alimento, arrasando el suelo, agotando el oxígeno y reduciendo la biodiversidad.

Encima, para combatir las enfermedades que provoca el acumulación se les echan antibióticos y productos químicos, así como herbicidas para evitar la proliferación de microalgas que provocan la marea roja. A su vez, las enfermedades son contagiadas a otros peces que no cuentan con los anticuerpos necesarios para ampararse.

Una situación que hace poco ha llegado a denunciar denunciado hasta Rosalía, que se unió a la cantante islandesa Björk para protestar como mejor saben hacer, cantando en el tema ‘Verbal’, contra la cría sintético de este pescado nórdico. En concreto, contra una nueva finca que se pretende brindar en la población de Seyðisfjörður, al este de Islandia, en cuyo fiordo se quiere criar salmón transgénico proveniente de Noruega.

El salmón de piscifactoría se ha convertido ahora en el ingrediente hado de los platos más de moda como el poke, el sushi o el tartar. Salmones que se venden en América, no en Europa, de momento, aunque a medida que los costes de producción de los salmones vayan subiendo y su consumo siga en plataforma, no es descartable que en un futuro próximo las autoridades europeas revisen su fuero y acaben autorizando la saldo de estos salmones que los activistas tachan de «hijos del doctor Frankenstein».

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