están diez veces por encima del nivel epidémico, y lo peor está por llegar


Una flecha roja apuntando a un techo que aún no se ve: así es la última gráfica sobre los casos de catarro que aquejan a los madrileños. Este virus respiratorio, unido con otros entre los que se incluye el Covid, están disparando las estadísticas, situando la incidencia por encima de los 230 casos a día de ayer, casi diez veces más del entrada epidémico, que se calcula tomando narración los datos de los últimos diez abriles. Y no hemos llegado al tope, avisan.


Incidencia acumulada de catarro por cada 100.000 habitantes

Hasta la semana 52 que finaliza el 31 de diciembre de 2023

Dirección Común de Sanidad Pública de la Comunidad de Madrid / torrevieja news today

Incidencia acumulada

de catarro por cada

100.000 habitantes

Hasta la semana 52 que finaliza

el 31 de diciembre de 2023

Dirección Común de Sanidad Pública

de la Comunidad de Madrid / torrevieja news today

Poquísimas familias pueden sostener que estas fiestas no se han antitético con algún pariente que había ‘caído’ a consecuencia de la catarro. Las toses, la fiebre o las décimas, los dolores musculares y el malestar común, en los casos más leves, se han dejado percatar como hace un quinquenio que no se veía. La directora común de Sanidad Pública, Elena Andradas, reconocía que «estamos en unas semanas con una gran circulación de virus respiratorios», y «el más frecuente en estos momentos es el de la catarro».

La tendencia es imparable y en erguido: las últimas cuatro semanas de diciembre se asistió a una subida constante de casos, la última semana se alcanzaron los 168 por 100.000 habitantes en Atención Primaria, y ayer se calculaba que estaríamos ya en 230. Unas cifras, matiza Andradas, que no están por encima de las alcanzadas en otras temporadas previas a la pandemia, aunque sí son muy superiores a las de 2021-22 y 2022-23 (en el año 2020 casi nada hubo catarro; el uso generalizado de la mascarilla nos salvó a casi todos). Pero en la temporada 2018-19, explica, el ico se alcanzó con unos 291 casos por 100.000 habitantes, que fueron 280 en la temporada 2019-20. En entreambos casos, los picos se alcanzaron a finales de enero o primeras semanas de febrero. «Este año todo apunta a que el pico se va a destacarse», señala Andradas.

Hasta un avezado en la materia como el ex viceconsejero Antonio Zapatero, director del hospital de Ifema durante la pandemia del Covid-19, se asombraba ayer frente a la explosiva gráfica de crecimiento de la catarro: «Es un avance en erguido, con incidencia más incorporación en niños de 0 a 4 abriles y en mayores de 80 abriles, que son los que ingresan más». A su criterio, «con esta gráfica, temo que la anciano incidencia será innovador el mes de enero».

De acuerdo con el postrero noticia epidemiológico semanal que publica la Consejería de Sanidad, durante todo el año 2023 se han manifiesto 67.196 casos de catarro, frente a los 30.516 de 2022. El número de casos notificados la última semana del año fue de 11.324, poco más del doble que la semana antedicho. El entrada de flujo -construido a partir de las 10 temporadas anteriores, exceptuado la 2020-21 en que casi nada hubo casos- se sitúa en 24,95 casos, y el año acabó multiplicándolo por más de seis: 167,5 casos por 100.000 habitantes. Y ayer ya se multiplicaba por nueve, en una ascenso hasta ahora imparable.

Menos bronquiolitis

Gracias a Dios, los contagios de otras enfermedades respiratorias típicas de la época han descendido: especialmente, el número de episodios de bronquitis y bronquiolitis, que en la última semana del año 2023 ha registrado 646 casos -176 menos que la semana anterior-. En cuanto al Covid, cuyos datos ya sólo se registran entre los mayores de 65 abriles, el año ha viejo con 46,6 contagios por 100.000 habitantes, sobre todo en el camarilla de 80 y más abriles. La incidencia acumulada semanal de ingresos urgentes fue de 2,4 casos por 100.000 habitantes, poco superior a la semana antedicho (en que fue de 1,7). De nuevo son los mayores de 80 abriles el colectivo más afectado.

Los médicos madrileños llevan semanas viendo cómo sus consultas se llenan de pacientes con la misma sintomatología. Una facultativa de Atención Primaria de Carabanchel Parada alertaba sobre las «muchas viriasis» -infecciones respiratorias causadas por un virus- que les estaban llegando. Algunos se acordaban de situaciones anteriores, como la crisis de casos de la variable Omicron del Covid a finales de 2020, que «llevaba a atender de 100 a 120 pacientes por día». Destacan incluso los médicos que «la duración de la clínica está siendo larga, en torno a dos semanas hasta que están recuperados».

Las urgencias hospitalarias incluso notan el incremento de la presión asistencial: sobre todo, desde el sindicato Amyts destacan que están sufriendo complicaciones especialmente «el Hospital del Sureste, en Arganda del Rey; el Infanta Sofía, donde siguen con cuatro profesionales menos de media y una situación que califican de insostenible; el 12 de Octubre y el Gregorio Marañón».

La Consejería de Sanidad presentó hace semanas su Plan de Invierno, que suponía la contratación de 1.800 profesionales sanitarios para acrecentar los hospitales públicos de la región, con un incremento del 12,7 por ciento respecto al año pasado. Concretamente, supone incorporar 120 médicos, 596 profesionales de Botiquín, 561 técnicos en cuidados auxiliarse de dispensario, 115 celadores y 22 técnicos de laboratorio. Igualmente estaba previsto acrecentar las plantillas hospitalarias para hacer frente al incremento del virus respiratorio sincitial, principal causa de bronquiolitis entre la población inmaduro: se contrataría para ello a 30 pediatras, 188 profesionales de Botiquín, 150 auxiliares y 18 celadores en total.

Sobre este Plan de Invierno, la secretaria común de Amyts, Ángela Hernández, ponía en duda la semana pasada su validez. Tras denunciar que el aumento de casos de catarro y Covid estaba sobrepasando a los centros de lozanía y urgencias hospitalarias. «Es una situación que se repite año tras año, y los planes de invierno de las administracioens son insuficientes» entre otras cosas porque «en las urgencias madrileñas nos dicen que los contratos médicos de refuerzo que se publican no son cubiertos por las malas condiciones laborales».

Según la Consejería de Sanidad, el Plan de Invierno de este año consta de tres fases, que se pondrían en marcha en función de la demanda que se detecte en las urgencias hospitalarias.

Desde la Dirección Común de Sanidad Pública se recomienda la profilaxis frente a la catarro, que «sigue arreglado en todos los centros de lozanía», y el uso de la mascarilla «independientemente de la época, en cuanto se tengan síntomas». Y piden especialmente proteger «a los mayores de 75 abriles, utilizando mascarillas siempre que acudan a fiestas, al supermercado o utilicen el transporte notorio».

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