La ‘Acinetobacter baumannii’ es una clase de bacilo muy potente que soporta los carbapenémicos (CRAB), un tipo de antibiótico de amplio espectro, que preocupa especialmente a la Estructura Mundial de la Lozanía (OMS), tal y como se desprende de la calificación de la bacilo como “patógeno crítico de prioridad 1”.
El motivo de la complicada asesinato se debe a que el ser microscópico cuenta con una membrana formada, en parte, por lipopolisacárido, lo cual evita la entrada de la mayoría de fármacos. Por ello, se tráfico de “un importante patógeno mundial con limitadas opciones de tratamiento”, según indica un estudio liderado por Claudia Zampaloni, del Centro de Innovación de Roche, en Suiza.
Encuentran un posible tratamiento contra las superbacterias
El hallazgo es especialmente relevante teniendo en cuenta que hacía más de 50 abriles que no se lograba un avance con ningún antibiótico que combatiese esta enfermedad. De hecho, las opciones para tratar las infecciones por CRAB han ido disminuyendo con el paso de los abriles por el mal uso de los antibióticos.
No obstante, el equipo de investigadores de los laboratorios de Hoffmann-La Roche en Basilea (Suiza) y de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) responsable del estudio descubrió moléculas antibacterianas con las cuales fabricó el péptido macrocíclico ‘zosurabalpina’.
Así, el estudio señala que este medicamento tiene la cualidad de evitar los mecanismos de resistor de las superbacterias, aunque matiza que se precisa de una investigación más profunda para conseguir “condiciones clínicas relevantes”. Por el momento, los científicos ya han confirmado que han transmitido principio los ensayos clínicos en seres humanos con la finalidad de ofrecer una nueva vía de tratamiento para las infecciones invasivas provocadas por estas superbacterias.
En 2022, en España perdieron la vida un total de 23.303 personas al mes ulterior de ser diagnosticados de una infección por bacterias multirresistentes (BMR), tal y como señala el estudio ‘SEIMC-BMR 2023’. Por su parte, la OMS emblema en 10 millones las personas que podrían por esta clase de patógeno para 2050.