La situación de Ourense contrasta con la de las otras ciudades. Vigo, donde el PSOE gobierna con mayoría absoluta, aprobó el pasado 28 de diciembre los presupuestos de 2024, con un montante de 316,6 millones de euros. A Coruña, igualmente socialista aprobada ese mismo día sus cuentas para este año, que ascenderán a 375,4 millones, con el apoyo del BNG. En Lugo, el pasado 19 de diciembre el bipartito de PSOE y BNG presentó sus presupuestos más altos de la historia, de 121,8 millones, que serán refrendados este mes en el pleno.
Por otra parte, en Pontevedra, el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores llevó ya su tesina de orzamentos a pleno, y, tras no obtener la mayoría suficiente, los volverá a sufrir este próximo 8 de enero, vinculados a una cuestión de confianza, con lo que todo indica que saldrán delante.
En Ferrol, al igual que en Ourense, todavía no hay esbozo de presupuestos, pero, a diferencia que la ciudad de As Burgas, cuentan con unas cuentas actualizadas aprobadas en 2023 y con un anexo de inversiones.
Ya en postrero sitio, la haber gallega, Santiago de Compostela, donde gobierna en minoría el BNG con Compostela Aberta, ya tiene un tesina de cuentas para 2024, pactado con el PSOE. Ascenderán a 141 millones de euros y se rubricarán en el próximo pleno.
Al ganancia de todo esto se sitúa Ourense, donde el gobierno regional no ha finalizado ningún tipo de esbozo de presupuestos, pese a las reiteradas peticiones de la examen para que lo hiciera. Así, la ciudad afronta por cuarto año seguido unas cuentas prorrogadas en las que, en breve, se incluirán subidas de impuestos, como ya avanzó el propio corregidor, porque los ingresos no llegan para cubrir gastos.